A la reciente autoinvestidura del dictador Daniel Ortega, no se le puede conceder ningún indicio de legalidad, a criterio de Carlos Sánchez Berzaín, politólogo Boliviano.
“En Nicaragua hay dictadura desde hace rato, pero desde la macabra farsa electoral y una especie de terrorismo de estado, ha hecho que este 10 de enero sea la fecha en que Ortega y Murillo se conviertan en usurpadores”, señaló.
Berzaín se refirió que el acto de inicio de usurpación de la dictadura es una repetición del Foro del Alba, que fue reactivado en 2021 por Cuba, Venezuela, Nicaragua y Bolivia.
“Esta es la repetición de una reunión de un grupo de delincuencia organizada transnacional que se reunió en la Habana Cuba. Recrearon el Foro del Alba, para dar una imagen de legalidad. Ahora, en la toma de posesión están solo los dictadores”, dijo Berzaín.
“No le demos sentido de legalidad a lo que sucede en Nicaragua, es una reunión de criminales. Están los jefes de los cuatro narcoestados de la región”, añadió.
Comunidad internacional debe actuar
Berzaín expuso que esta nueva etapa debe marcar el inicio de la caída de la dictadura, pero que si esto no sucede, sentaría un precedente negativo.
“Marca un desafío para los líderes democráticos y al mundo entero, porque si no se cesa la dictadura de Ortega, van a consagrar el principio de la indefensión de la democracia”, expuso.
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En ese sentido, espera que en los próximos días se produzcan políticas para que se apliquen sanciones inhabilitantes que no le permita operar a la dictadura.
Dictaduras de Latinoamérica podrán caer pronto
A criterio de Berzaín, las dictaduras de Latinoamérica podrían caer pronto debido a las pocas posibilidades económicas con las que cuentan.
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“En los tiempos de ahora estas dictaduras no tienen posibilidad, no tienen respaldo. Ejercen el poder con base en terrorismo de estado, lo que se busca es que el sistema interamerican logre acabar con las dictaduras”, expuso.
¿Rusia y China podrían auxiliar a la dictadura?
También se refirió a las pocas posibilidades de lograr apoyo por parte de Rusia y China.
“Rusia es una potencia militar pero económicamente es un país del tercer mundo. La economía de Rusia es más pequeña que la del Estado de Nueva York y China es una potencia económica que gira en torno a sus propios intereses”, añadió.