Argentina, a través de un comunicado del Ministerio de Relaciones Exteriores, condenó “enérgicamente” la presencia del terrorista iraní Moshen Rezai, en la autoinvestidura del dictador Daniel Ortega este lunes 10 de enero, cuando inició oficialmente la usurpación del poder.

“La Argentina expresa, como también lo ha hecho en agosto pasado ante la designación de Rezai como vicepresidente de Asuntos Económicos de la República Islámica de Irán, que su presencia en Managua constituye una afrenta a la justicia argentina”, señala la nota de prensa.

Rezai es buscado por la justicia del país sudamericano y la Interpol, debido a su participación en un atentado terrorista contra la Asociación Mutual Iraelita Argentina, AMIA, el 18 de julio de 1994, por lo que la presencia del terrorista en Nicaragua es considerada por Argentina como una afrenta a su justicia.

Rezai encabezó ayer la delegación de Raisi en el acto de Ortega, en el que también estuvo presente el embajador argentino Daniel Capitanich.

Además, Argentina exhortó nuevamente a Irán a cooperar para que los acusados por el atentado de AMIA, se enfrenten a la justicia.

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“El Gobierno argentino exige una vez más al Gobierno de Irán, la cooperación de manera plena con la justicia argentina, permitiendo que las personas que han sido acusadas de participar del atentado contra la AMIA, sean juzgadas por los tribunales competentes”, añadió la cancillería argentina.

El vínculo de Rezai con Argentina

Mohsen Rezai nació en 1954 en la provincia de Juzestán. En 1969 se trasladó a Ahvaz, donde estudió en una escuela de la Compañía Nacional de Petróleos de Irán y comenzó su militancia contra la monarquía Pahlaví. A los 17 años fue detenido y torturado por el servicio de inteligencia irání, SAVAK.

En su juventud formó el grupo islamista Mansurún que, con el triunfo de la Revolución Islámica en 1979, convergería con otros seis grupos armados en la Organización de los Muyahidines de la Revolución Islámica.

En el sitio web oficial de Interpol, aparecen los cargos en su contra de “homicidio calificado, doblemente agravado (por haber sido cometido por odio racial o religioso y por ser un medio idóneo para causar un peligro común) en perjuicio de 85 víctimas fatales, en concurso ideal con lesiones leves y lesiones graves calificadas, en forma reiterada y daños múltiples agravados por haber sido cometidos por odio racial o religioso”.

Rezai estuvo como invitado de honor en el comienzo de a usurpación del poder del dictador Ortega, ceremonia a la cual solo asistieron dos dictadores y un jefe de estado que es socio de Ortega: el venezolano Nicolás Maduro, el cubano Díaz-Canel y el presidente saliente de Honduras, Juan Orlando Hernández.

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