Aparte de sobrevivir en inhumanas condiciones en Peñas Blancas, los nicaragüenses a los que la dictadura Ortega-Murillo no deja entrar a territorio nacional por no presentar la prueba negativa de Covid-19, enfrentan “el ensañamiento” por parte de la Policía sandinista.
En el puesto fronterizo de Peñas Blancas, los esbirros del régimen ni siquiera les permiten que se comuniquen vía telefónica con sus familiares, impiden que sus parientes les auxilien al otro lado de la frontera y encima asedian, reprimen, toman fotos y videos a quienes hablan con los medios.
Pablo Cuevas, de la CPDH, informó que tiene conocimiento que si los guardias miran a alguien hablando, les arrebatan sus teléfonos, le quitan chip y los amenazan con cárcel.
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Saña contra su pueblo
“Es increíble el ensañamiento de las autoridades en contra de los compatriotas que quieren estar con su familia, eso no es delito, el Estado tiene que propiciar la reunificación y unidad familiar”, dijo Cuevas.
Comentó que ante las gestiones que este organismo ha realizado ante diferentes instancias de Nicaragua, ha privado el silencio e incluso han sido víctimas de actos represivos, insultos y amenazas.
Por su parte, el secretario ejecutivo de la Asociación Nicaragüense Pro Derechos Humanos (ANPDH), Álvaro Leiva Sánchez, informó que han procedido a efectuar múltiples gestiones con el gobierno de Costa Rica e instancias a nivel internacional para desarrollar acciones que permitan tutelar los derechos humanos de estas personas.
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Soldados cazan y deportan a migrantes nicas
De igual modo han documentado que aparte del reforzamiento militar de la frontera por el lado nicaragüense, donde soldados sandinistas persiguen, cazan y deportan a los migrantes, también se mantienen en la zona paramilitares de civil haciendo labores de espionaje.
“Tenemos información que han sido trasladados grupos paramilitares acompañando a las fuerzas armadas para crear más miedo, incertidumbre y la imagen que está vendiendo Ortega es que en Nicaragua no existe una voluntad política de mejorar los derechos humanos”, dijo Leiva.
“Como que fuera un temor del régimen que ahí se encuentran fuerzas armadas, son niños, adolescentes, adultos, embarazadas, personas civiles, es un ciudadano civil no militar como para reforzar la frontera“.
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Inclemencia dictatorial
“Quiero hacer un llamado al régimen de que tomen conciencia que son personas vulnerables frente a la inclemencia del medio ambiente, con hambre, con sed y que pongan su mano en la conciencia permitir su ingreso y que si tienen que pasar por evaluación médica es una responsabilidad del Estado nicaragüense sin ninguna restricción”, refirió.
Leiva informó que a nivel internacional realizaron denuncias por violaciones de derechos humanos de migrantes ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) y ACNUR, para que puedan mantener el tema en la agenda de prioridades de estos organismos.
Sobre esta denuncia comentó que han expresado que este tema es “de alta crisis de violaciones de derechos humanos hacia estos migrantes”, situación que acrecienta la crisis por parte de un régimen que no demuestra voluntad por mejorar este tema dentro y fuera del territorio.
“Estamos atentos de manera permanente incidiendo nacional e internacionalmente en las instancias competentes a fin de que esté puesta la mirada sobre esta situación de violaciones de derechos humanos“.
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Costa Rica se abre a la crisis
“Esperamos que el Alto Comisionado para los refugiados retome su rol para trabajar en este tema a fin de poder encontrar una respuesta y satisfacción a la meta que se han propuesto los nicaragüenses de retornar a su país de origen”, dijo el funcionario.
En Costa Rica, para solucionar el problema fronterizo generado por el rechazo de Nicaragua a sus ciudadanos, han decidido revisar los casos migratorios para permitir el reingreso de los nicas desamparados en la frontera, según un reportaje de la Voz de América.
Las autoridades de Migración de Costa Rica han informado que tienen previsto aceptar a los nicaragüenses que fueron rechazados por su país.
Sin embargo, aclaró que este proceso dependerá de muchos factores, y que analizarán caso por caso antes de admitir a todos los migrantes que se encuentran varados en la frontera de Costa Rica y Nicaragua.
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Una excepción humanitaria
El gobierno alertó que analizará las condiciones de salida de cada persona que abandonó el país.
«Por ejemplo, no es lo mismo tramitar el reingreso de una persona que es residente en Costa Rica y salió teniendo su cédula al día», explicó la Dirección de Migración y Extranjería de Costa Rica.
Sobre ese caso, dicen, «lo que se hace es anular su sello de egreso».
El subdirector de Migración, Daguer Hernández, aclaró no obstante que en este momento las fronteras costarricenses continúan cerradas y ninguna persona podrá ingresar al país vía terrestre, inclusive después del 1 de agosto, salvo el caso de estos migrantes varados que previamente habían hecho su salida del país.
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Corredor humanitario
Violeta Granera, del consejo político de la Unidad Nacional Azul y Blanco anunció que ante la indiferencia, maltrato y desprecio del régimen hacia sus más de 500 connacionales varados en Peñas Blancas, ellos hacen gestiones con otros países centroamericanos para crear un corredor humanitario de apoyo a miles de nicaragüenses varados en Centroamérica y el Caribe.
“Se están solicitando que se avance en el establecimiento de un corredor humanitario en la región, esto con el objetivo de que se facilite el retorno de personas a sus países, en condiciones humanas y dignas“, dice un comunicado de la UNAB.
Dijo que “se han hecho gestiones para la coordinación de ayuda humanitaria, divulgando las necesidades específicas que se han venido identificando, así como el refuerzo de lo que se está haciendo desde distintas organizaciones, como Corner of Love, que está garantizando dos tiempos de comida diariamente para todas las personas que están en Peñas Blancas“.
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Otro da lo que la dictadura niega
Además, se contactó a un laboratorio que tiene la capacidad y la disposición de viajar hasta Peñas Blancas para la toma, procesamiento y entrega de las pruebas de Covid-19, así como para la certificación por parte del Gobierno de Costa Rica.
“Se ha logrado ya una primera donación para la compra de pruebas. Se está trabajando en nuevas gestiones para lograr los fondos para hacer la totalidad de las pruebas. Se ha omitido el nombre de ciertas organizaciones para evitar que la dictadura obtenga información y pueda utilizarla para
bloquear las acciones“.
Situaciones similares viven migrantes nicaragüenses en varios países de la región, como Guatemala, El Salvador, Honduras, Panamá y Grand Cayman desde donde se les impide regresar con sus familiares.
La empresa privada, por medio el Consejo Superior de la Empresa Privada, Cosep, también ha llamado a la Organización Panamericana de la Salud donar pruebas de Covid-19 a Costa Rica para que puedan aplicar a los migrantes nicaragüenses varados en Costa Rica desde hace 11 días.
José Adán Aguerri, presidente del Cosep, dijo que una donación de este tipo a la administración de San José, ayudaría a destrabar la crisis humanitaria desarrollada en Peñas Blancas, por la indolencia del régimen Ortega-Murillo de no permitir el ingreso de sus ciudadanos que no presenten una prueba negativa del virus.