La Unión Europea “responderá de forma firme y proporcionada” a la decisión de la dictadura sandinista de expulsar a su embajadora en Nicaragua, Bettina Muscheidt y romper relaciones diplomáticas con Holanda.

“Estas acciones hostiles e injustificadas no solo afectarán las relaciones bilaterales entre Nicaragua y la UE y sus Estados miembros, sino que también conducirán a un mayor aislamiento internacional de Nicaragua. En este contexto, la UE está considerando el camino apropiado a seguir y responderá de manera firme y proporcionada”, señala la Unión Europea.

La Unión Europea lamentó la decisión de la dictadura a la vez que expresó su apoyo incondicional al gobierno holandés.

A la vez, instó a la dictadura a resolver la crisis sociopolítica a través de un diálogo genuino entre el régimen y la oposición

“La UE permanece abierta al diálogo con Nicaragua, siempre que este diálogo se lleve a cabo de manera respetuosa”, concluyó.

Dictadura expulsa a embajadora de la UE y rompe relaciones diplomáticas con Holanda

El pasado 28 de septiembre, el régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo en Nicaragua dio un plazo «prudencial» a la embajadora de la Unión Europea (UE), Bettina Muscheidt, para que abandone el país el sábado.

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En ese momento, un portavoz en Bruselas confirmó a la prensa nicaragüense que el canciller Denis Moncada sostuvo una reunión con la diplomática y le dejó en claro que era «non grata» en Nicaragua.

Moncada justificó la medida al alegar que Muscheidt tuvo una postura de «injerencia a la soberanía nacional».

La expulsión llega dos días después de que la Unión Europea (UE) exigió el cese de la represión en Nicaragua. «Las autoridades nicaragüenses deben poner fin a toda represión, incluida la represión contra los secuestrados políticos, el clero, los medios de comunicación independientes, la sociedad civil y los defensores de los derechos humanos, y garantizar el pleno respeto de los derechos humanos, incluida la libertad de reunión, asociación, expresión y religión o creencias», dijo la UE el 26 de septiembre durante la 51 sesión ordinaria del Consejo de Derechos Humanos de la ONU en Ginebra.

Además, la dictadura sandinista rompió  las relaciones diplomáticas con Países Bajos, tras acusar a ese país de mantener una posición «injerencista, intervencionista y neocolonialista» frente a la nación centroamericana.

En una nota diplomática, el Ministerio de Relaciones Exteriores de Nicaragua comunicó al gobierno neerlandés su «decisión de descontinuar inmediatamente las relaciones diplomáticas», ante «la reiterada posición injerencista, intervencionista y neocolonialista del Reino de los Países Bajos».

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