La dictadura de Daniel Ortega rompió relaciones con Holanda, decisión que fue lamentada por Wopke Hoekstra, ministro de relaciones exteriores de Holanda.

“Holanda lamenta la decisión desproporcionada de Nicaragua de romper relaciones diplomáticas. Tomamos una posición firme sobre el deterioro de las estructuras democráticas y las violaciones de los derechos humanos en Nicaragua. Pero una discusión crítica siempre es mejor que terminar con las relaciones”, publicó Hoekstra en su cuenta de Twitter.

Hoekstra señaló también que otros países tienen dificultades para mantener un diálogo abierto con Nicaragua.

“Otros países también han notado dificultades para mantener un diálogo abierto con Nicaragua. Discutiremos nuestros próximos pasos con la Unión Europea”, añadió.

La decisión de la dictadura se da tres días después que expulsara a la Embajadora de la Unión Europea, Cristina Muscheidt, debido a que el organismo internacional demandó la liberación de los secuestrados políticos y el cese a la persecución a la Iglesia Católica.

En una nota diplomática, el Ministerio de Relaciones Exteriores de Nicaragua comunicó al Gobierno de Países Bajos su «decisión de descontinuar inmediatamente las relaciones diplomáticas», ante «la reiterada posición injerencista, intervencionista y neocolonialista del Reino de los Países Bajos».

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Según Managua, Países Bajos «ha ofendido y continúa ofendiendo a las familias nicaragüenses con amenazas y suspensiones de obras de bien común, como hospitales para comunidades originarias y afrodescendientes».

«Repudiamos y condenamos los agravios y crímenes de esa Europa colonialista y neocolonialista frente a países codiciados y agredidos como el nuestro», indicó el Ministerio nicaragüense de Relaciones Exteriores en la nota suscrita por el canciller Denis Moncada.

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«La ofensiva permanente de la representación, nada diplomática y violatoria de la Convención de Viena, de ese Gobierno neo-colonial y pro-imperial, nos obliga a tomar esta medida que defendemos con el honor, la dignidad y el espíritu soberano que nos caracteriza», añadió.

El Gobierno sandinista sostuvo que «a los imperios y los colonialistas de la Tierra los conocemos, y nada ni nadie pueden hacer olvidar sus crímenes de lesa humanidad».

Ortega lo había anunciado

Nicaragua tomó esa decisión horas después de que el dictador, Daniel Ortega, anunciara que no quería tener lazos diplomáticas con el Reino de los Países Bajos, al que calificó de «intervencionista».

Durante un acto en ocasión del 43 aniversario de la Policía Sandinista, y transmitido en cadena de radio y televisión, Ortega contó que el canciller Moncada recibió el jueves a la embajadora del Reino de los Países Bajos en Nicaragua, concurrente desde Costa Rica, Marie-Chrístine Théodore Thérése Pirenne.

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