Un grupo de al menos 50 sacerdotes nicaragüenses solicitó a Honduras y Costa Rica refugio ante los constantes actos de represión y hostigamiento contra su labor, informó el medio El Heraldo, de Honduras.

Según José Canales, obispo de la Diócesis de Danlí, El Paraíso, esta comunidad de sacerdotes ha denunciado un rechazo rotundo de parte del actual régimen de Nicaragua, encabezado por el dictador Daniel Ortega.

La razón principal por la cual están siendo perseguidos se debe a no compartir los mismos ideales de Ortega, a tal punto de abrir un expediente contra los grupos religiosos que critiquen o se opongan de forma pública a la estructura establecida por el actual Gobierno.

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“Ellos nos han expresado estar en contra de las situaciones de injusticia e irrespeto de los derechos humanos en su país”, expresó Canales.

Hasta el momento, de las 50 peticiones que han expresado los sacerdotes para huir del país vecino, una ya fue hecha y entregada formalmente a la Diócesis de Danlí.

“Nosotros estamos disponibles para recibir a aquellos sacerdotes que en circunstancias extremas tengan que salir de Nicaragua. De esta forma puedan integrarse a la vida de la iglesia en El Paraíso”, agregó.

“Considero que esto es peor que una patada, policías en las afueras de las parroquias, rodeando sus casas o recibiendo llamadas telefónicas para tratar de angustiarlos”, declaró.

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Esta semana se conoció de la huida del sacerdote Guillermo Martínez, ante amenazas de la dictadura sandinista.

Aunque no existe mucha información al respecto, Martínez logró salir de Nicaragua por puntos ciegos.

Papa Francisco confirma diálogo con la dictadura

Por su parte, el Papa Francisco dijo el jueves que en Nicaragua «en este momento hay problemas», al referirse a la escalada de hostilidades contra la Iglesia Católica, que el régimen dictatorial de Daniel Ortega y Rosario Murillo, ha emprendido desde 2018 y que ha incluido la expulsión este año del nuncio Waldemar Sommertag, el secuestro el pasado 05 de agosto del obispo de Matagalpa Rolando Álvarez, y la expulsión de las 18 monjas de la congregación fundada por la Madre Teresa de Calcuta.

Durante una larga rueda de prensa a bordo del avión papal de regreso a Roma, el Pontífice ha realizado un largo análisis de la actualidad geopolítica a partir de las preguntas de los periodistas y fue así que dijo que con la dictadura de Nicaragua «hay diálogo» porque es necesario resolver problemas.

«Hay diálogo, pero esto no significa que se apruebe, ni tampoco que se desapruebe, lo que hace el gobierno» dijo Francisco en una enredada respuesta. El Pontífice dice que conoce bien la situación que están atravesando los católicos en Nicaragua, y que «las noticias son claras».

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