De alcanzarse a sucesión del poder del dictador Daniel Ortega en su hijo Laureano Ortega Murillo, sería aún más trágico para los derechos humanos de los nicaraguenses, a consideración del analista político Eliseo Núñez.
La entidad de economía y negocios de The Economist Intelligence Unit EIU, prevé que el dictador Daniel Ortega, está preparando la sucesión del poder a su hijo Laureano Ortega Murillo, sancionado por Estados Unidos.
The Economist prevé que el sandinismo seguirá siendo la fuerza política dominante “en Nicaragua en medio de un autoritarismo creciente”.
«Ante la imagen que tiene de una persona muy débil, de canto, de trajes caros, va a tener que ser particularmente cruel para demostrar que está al mando. Esto puede poner al país en mayores dificultades de derechos humanos de lo que el mismo Ortega puede hacerlo», dijo Núñez en una entrevista a Café con Voz.
«Lo va a hacer con extrema crueldad, más que su mamá y su papá», remarcó Núñez.
“Aunque Ortega ahora tiene más de 70 años, EIU espera que permanezca en el poder mientras su salud lo permita. El hijo de los Ortega, Laureano Ortega, ha asumido más responsabilidades políticas en los últimos años, posiblemente allanando el camino para sucesión dinástica”, señala un informe de EIU.
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EIU señala que la dictadura sandinista está preparando el terreno para evitar cualquier tipo de resistencia cívica, eliminando organizaciones e incrementando la represión a cualquier voz crítica. Por esta razón, la entidad prevé que la situación de Nicaragua se deteriore aún más.
“Si bien la represión sistemática ha permitido que el régimen sandinista ejerza control sobre el proceso electoral, la victoria se ha producido a costa de una fuerte condena internacional y más sanciones diplomáticas y financieras de Estados Unidos”, señala.
Oposición debe seguir unificándose
Núñez afirmó que la oposición nicaraguense está menos dividida que en 2021, en el marco de las elecciones generales, cuando varios grupos opositores discutían candidaturas y diputaciones.
«Ha habido un ambiente menos hostil, en la Cumbre de las Américas viste un solo discurso opositor. Es parte de un proceso en el que se asimila que no hay nada que perder, pero se debe asimilar que los problemas son muy básicos», consideró Núñez.
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Aseguró que los problemas de los nicaraguenses giran alrededor de la vivienda, la emigración y que por ende, los grupos que demandan justicia y democracia, no deben ser considerados como opositores.
«Los problemas son tan básicos como tener tus propias amistades, tener tu propia casa, poder caminar sin que te siga la policía. Este tipo de regímenes no tienen oposición, sino que se enfrentan a grupos que intentan regresar la democracia», explicó el político liberal.
Panorama difícil para acciones de la oposición
Núñez consideró que para lograr revertir la sucesión dinástica de la dictadura, la oposición carece de hitos que marquen o motiven la lucha por la democracia.
«El tema de la unidad para elecciones (municipales) no hay. No es que sea un tema secundario, pero no es el mayor tema. Se debe tener una sola estrategia y una sola cordinación entre todos los grupos que permita que las cosas importantes se estén haciendo», dijo.
«Hasta noviembre tenías el hito de las elecciones, cuando se colapsó el sistema electoral, y se volvió todo a un modo más precario. Una oposición que si está fragmentada, no tiene un liderazgo colectivo o individual y todo está en una nebulosa desde la toma de posesión», añadió.
En ese sentido, afirmó que los opositores deben buscar liderazgos sólidos y métodos que garanticen un debilitamiento de la dictadura.
«La oposición no tiene liderazgos fuertes ni métodos, que es a lo que debe apostar la oposición. A finales de este año y comienzos del otro deberíamos de ver propuestas consolidadas más allá del modelo de la oposición actual», estimó Núñez.