Este martes 5 de junio se cumple un año del secuestro de los líderes estudiantiles, Max Jerez y Lesther Alemán, integrantes de la Alianza Universitaria Nicaragüense AUN, que a la vez forma parte de la Alianza Cívica por la Justicia y la Democracia; y de los líderes campesinos Medardo Mairena, Freddy Navas y Pedro Mena.

La justicia de la dictadura sentenció a 13 años de cárcel a Mairena, aspirante presidencial, y 10 a Mena, acusados de cometer menoscabo a la integridad nacional. A Navas la dictadura la impuso 10 años de prisión el pasado 18 de febrero.

La detención de Lesther Alemán y Max Jerez se dio en horas de la noche del 5 de julio de 2021, en un operativo simultáneo en el que la Policía Sandinista allanó la vivienda familiar de Alemán y la casa de seguridad donde se encontraba Max Jerez y otros líderes de la organización.

“Nuestra lucha ha sido incansable por la libertad de los presos políticos y especialmente por la libertad de Max y Lesther. Era inexplicable donde nos encontrábamos el año pasado, pero estábamos llenos de valentía que nos la dejaron y que aun estando detenidos, su valentía y disponibilidad por la lucha de Nicaragua sigue en pie”, señaló a Café con Voz, Briddy Martínez  integrante de AUN.

Martínez asegura que días antes del secuestro de Jerez y Alemán, sostuvieron reuniones en las que se replanteaban algunas estrategias ante la inminente detención ilegal de liderazgos juveniles.

“Días antes de la detención de Max y Lesther tuvimos reuniones constantes donde nos replanteábamos la situación en la que estábamos. Sin embargo nunca quitamos el dedo en la llaga para el régimen que en su momento era decir que íbamos a un proceso electoral, independientemente de que ya sabíamos que estaba completamente viciado”, aseguró.

Café con Voz: Movimientos opositores rechazan préstamo otorgado por el Banco Mundial

En las sesiones, Jerez y Alemán rechazaron la opción de exiliarse asegurando que la lucha que habían empezado en abril “tenía que dar frutos”.

Conmoción en AUN luego de capturas

Martínez relató a Café con Voz que luego de los secuestros de Max Jerez y Lesther Alemán, los liderazgos de la organización decidieron bajar el perfil.

“Decidimos bajar el perfil y se fue bajando la cacería. Sin embargo, nuestra organización y movimiento no ha dejado de funcionar”, señaló Martínez.

“Algunos de los liderazgos que éramos más propensos a capturas, tuvimos que salir del país, porque como AUN ya no queremos más presos políticos. Por la simple razón de hacer una denuncia en redes sociales uno puede ser detenido”, añadió.

Lesther Alemán en estado crítico

Martínez señaló que Lesther Alemán se encuentra en una situación crítica de salud y que lo único que permiten llevar a los familiares es agua y jugos.

“Sin embargo, esto no les ayuda a sustentar su peso y su masa muscular. Están bastante delgados, Max padece de migrañas y se les da una pastilla que es demasiado fuerte”, señaló.

Le puede interesar: Violencia política: la antesala del circo de las elecciones municipales

Pese a que existe sentencia en contra de los líderes estudiantiles, los interrogatorios a altas horas de la noche continúan, de la mano con torturas psicológicas como el aislamiento y una luz que permanece encendida las 24 horas del día.

“Ni siquiera pueden hablarse (Max y Lesther), se han visto dos veces. La primera vez fue cuando les pusieron su vacuna contra el Covid y solo se dirigieron la mirada. La segunda vez, se tuvieron que hablar por medio de señas”, concluyó.

Leer además: Maestros en Nicaragua: Pobreza, represión y adoctrinamiento

El 21 de febrero, la jueza sandinista del Segundo Distrito Penal de Audiencia de Managua, Nadia Camila Tardencilla, dictó sentencia de 13 años de prisión a Max Jerez, acusado de cometer conspiración para cometer menoscabo a la integridad nacional, bajo la Ley 1055, Ley de Soberanía.

El 10 de febrero,  Tardencilla había dictado 13 años de prisión para Lesther Alemán y la inhabilitación para ejercer cargos públicos, bajo el mismo supuesto delito de menoscabo a la integridad nacional.

El 17 de septiembre de 2021, Heydi Meza, progenitora de Max Jerez, falleció a los 66 años de edad, sin que la dictadura le permitiera al líder estudiantil acudir a las honras fúnebres de su madre.

La condición de salud de la madre del joven opositor se agravó días después de brindar una conferencia de prensa en donde exigió la liberación de su hijo, y en donde manifestó que “pensar diferente no es un delito”.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *