Una comisión de sacerdotes encabezada por el vicario de la Pastoral de la Arquidiócesis dé Managua, Boanerges Carballo, se presentó este martes a la Iglesia San Juan Bautista de Masaya para sacar de la misma a su párroco Harvy Padilla, asediado por la Policía Sandinista desde la semana pasada.

Una fuente de todo crédito confirmó a Café con Voz, que Carballo orientado por el cardenal Leopoldo Brenes, llegó a la parroquia, acompañado por el padre José Antonio Espinoza, párroco de San Jerónimo de Masaya, para hacer efectiva la salida del sacerdote Padilla, que fue trasladado al Seminario menor en la Carretera Sur.

“El padre Harvy aceptó salir de la parroquia porque estaba muy desgastado en su salud, (porque) padece de varias enfermedades y también lo hizo por el bien de la comunidad que vive en los alrededores del templo”, dijo o fuente que confirmó que la Policía Sandinista se retiró de las afueras del templo una vez que Padilla abandonó el sitio.

Avellán y Valle Valle en la escena

La fuente indicó que fue “altamente llamativo” que fueran los sancionados guardias sandinistas Ramón Avellán y Juan Valle Valle, quienes se hicieran presente a la parroquia San Juan Bautista, ha hacerse cargo de garantizar la salida del cura Padilla.

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“Es raro que hayan llegado ellos dos particularmente a estar presentes al momento de que el padre salía de la parroquia, quien sabe qué fue lo que se negoció, porque es raro que haya ocurrido algo de esa manera, es muy extraño”, dijo la fuente quien agregó que luego que se retiró la comitiva con Padilla, llegó el vicario foráneo de Masaya, Bismarck Conde a recibir las llaves de la parroquia.

Exilio o cárcel

La fuente añadió que al parecer la condición puesta por la dictadura y aceptada tanto por el cardenal Brenes como el mismo padre Harvy Padilla, es que lo dejarían salir sin problema de la parroquia San Juan Bautista, pero que tenía que abandonar el país, porque quedarse implica asumir la acusación que tienen desde hace meses preparada en su contra por estar supuestamente involucrado luego de abril de 2018, en la muerte de un guardia sandinista, cuyo cuerpo fue también quemado.

Paramilitares y miembros de la Policía sandinista al servicio de la dictadura, mantuvieron sitiada la Iglesia San Juan Bautista de Masaya, desde el pasado 16 de mayo, al parecer con la intención de ejecutar acciones en contra del párroco, el sacerdote Harvy Padilla, quien, en ese momento, confirmó que nadie podía entrar ni salir del templo ni sus alrededores.

El párroco de San Juan Bautista, dijo a Café con Voz en ese momento, que los antimotines no le explicaron el por qué se apostaron frente al templo.

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“Se apostaron desde el sábado y ayer (domingo) la Policía, con antimotines y paramilitares, se pusieron. No me han dicho el por qué. Se pusieron frente al templo con la camioneta y hoy en el madrugada se apostaron en el acceso de la Casa Cural”, dijo Padilla.

Cerraron vías cercanas al templo

Este sábado, las organizaciones Urnas Abiertas y Monitoreo Azul y Blanco denunciaron que las vías cercanas a la Parroquia San Juan Bautista de Masaya se encontraban cerradas y que los oficiales de la Policía Sandinista amenazaron al religioso con secuestrarlo en pocas horas.

Este domingo 22 de mayo, Padilla se disponía a oficiar la misa dominical, pero los oficiales de la Guardia Sandinista impidieron a la feligresía que se acercaran al templo.

“Denuncio esta arbitrariedad de la dictadura Ortega Murillo que no permiten ingresar a la feligresía católica a misa. Denuncio que si algo me llega a pasar, acá está la Policía Nacional que se supone debería resguardar a la ciudadanía”, dijo Padilla en una transmisión de 100% Noticias.

Café con Voz: Obispo Álvarez regresó a Matagalpa

Persecución policial arreciada

Por otro lado, el Obispo de la Diócesis de Matagalpa, Monseñor Rolando Álvarez, denunció la noche del jueves 19 de mayo, que era perseguido por la Policía Sandinista y que lo habían asediado durante una visita a sus familiares en Managua.

Álvarez es uno de los obispos más críticos a la dictadura sandinista.

El jerarca logró salir de la Parroquia Santo Cristo de Las Colinas, en Managua, este martes 24 de mayo, donde permanecía refugiado, rumbo a su Diócesis.

Durante una homilía de este martes, Álvarez llamó a la ciudadanía a permanecer en oración.

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