El dictador Daniel Ortega, se auto impuso recibió la banda presidencial, con la que se recetó un cuarto mandato consecutivo considerado ilegítimo esta vez, a raíz de una farsa electoral.

Ortega solo contó en el espurio acto de inicio de usurpación del poder, con la presencia de dos dictadores más y un presidente acusado de estar ligado al narcotráfico.

En concreto Ortega contó solo con Juan Orlando Hernández, presidente saliente de Honduras; Miguel Díaz Canel, dictador de Cuba y Nicolás Maduro, dictador de Venezuela, además de otras delegaciones menores de China, Rusia.

El dictador planteó un “borrón y cuenta nueva” a partir de la toma de posesión en relación a la rebelión de abril de 2018.

“Y nuestra meta es darle continuidad a la buena marcha que traíamos hasta abril del 2018. Eso, borrón y cuenta nueva y vamos a adelante queridos hermanos nicaragüenses”, dijo el dictador.

Ortega “elogia” sanciones de la UE y EE.UU

En el marco de las sanciones aplicadas por la Unión Europea y Estados Unidos a funcionarios, militares y entidades gubernamentales, Ortega destacó la impuesta a Brenda Rocha, presidente del Consejo Supremo Electoral, CSE.

“Hoy fue condecorada, por el imperio yanki, una vez más ensañándose contra ella”, señaló Ortega.

Estar presente “requiere coraje”

El dictador agradeció la presencia al mandatario saliente de Honduras, Juan Orlando Hernández y señaló que requiere mucho “coraje” estar presente en Nicaragua.

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“Ha tenido el coraje de estar presente, porque se quiere coraje estar presente aquí en Nicaragua, como requiere coraje defender el derecho internacional y firmamos aquí el tratado que no es más que el cumplimiento de una sentencia de la Corte Internacional de la Haya”, dijo Ortega.

Criticó además la ausencia de presidentes de la Unión Europea y del gobierno de Estados Unidos.

“Donde los gobiernos europeos y el gobierno yanki no mandan delegados, ¡qué mayor orgullo tener aquí como representantes a ciudadanos dignos que luchan en sus patrias!”, dijo el ilegítimo.

“Brayan Wilson, que entregó su vida… le lanzaron el tren militar, todo filmado, le destruyeron las piernas, ¿y dónde están los derechos humanos, ¿dónde están los europeos? Si era el mismo gobierno yanki el que promovía esos crímenes”, añadió el dictador.

México envía delegación

Más temprano, el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, dejó entrever que desconocía la toma de posesión de Ortega y que enviarían a un delegado “si aún quedaba chance”.

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“Todavía no se decide”, respondió López Obrador a un reportero que le preguntó qué opinaba de que no se enviara a ningún funcionario. Haciéndose el confundido, AMLO, preguntó cuándo era el acto de Ortega y quiso hacerse el sorprendido cuando se enteró de la decisión del equipo de Marcelo Ebrard, titular de Relaciones Exteriores, de no enviar a nadie.

“Sí va a ir un representante”, dijo el presidente segundos después, desacreditando la instrucción de Ebrard.

En cuestión de minutos, el presidente de México dobló su apuesta de apoyo a Ortega. Tras leer una tarjeta que le acercaron al podio, López Obrador, anunció que Ramiro Ayala, jefe de Cancillería de la Embajada mexicana en Nicaragua, había sido designado para acudir a la toma de protesta.

“Nosotros tenemos buenas relaciones con todos y no queremos ser imprudentes”, argumentó López Obrador y subrayó que el país era soberano para definir su política exterior.

“No podemos hacer un lado nuestra política de autodeterminación de los pueblos y de independencia”, dijo el presidente mexicano.

El fin de semana en agencias internacionales México dobló y redobló, en sus versiones sobre si enviaría o no delegados oficiales al acto de inicio de usurpación del poder de Ortega. Imposible que AMLO estuviera ajeno a ello.

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