La líder y excarcelada política Ivania Álvarez se exilió en un país centroamericano tras el constante hostigamiento y persecución del régimen de Daniel Ortega en su contra. La activista dijo que pretende regresar a Nicaragua para seguir trabajando por la democracia desde adentro.

La activista y líder política, Ivania Álvarez salió de Nicaragua en busca de protección internacional, luego de pasar más de 40 días y noches siendo perseguida y acosada por paramilitares y efectivos de la policía bajo el mando del dictador Daniel Ortega.

Todo inició con más fuerza desde el mes de junio, cuando el régimen desató su cacería en contra de las voces opisitoras, entre ellas las de periodistas, activistas y seis de los 10 precandidatos presidenciales disidentes que buscaban competir contra Daniel Ortega en las elecciones generales de noviembre, pero que ahora están inhibidos por supuestos cargos de lavado de dinero, traición a la patria, por los que se les investiga.

De acuerdo con Ivania Álvarez, la amenaza de secuestro en su contra era latente, pues en los últimos días de su estancia en Managua, los paramilitares la vigilaron las 24 horas, esperando la orden para detenerla.

“En todas las casas donde he estado han sido asediadas, el asedio es 24 horas, lo que mas me motivo es la seguridad de mi familia, el asediase constante en contra de ellos en busca de mi persona… recorrí 300 kilómetros con los paramilitares, fueron a todos los lugares conmigo», aseguró.

«Nicaragua necesita mucho apoyo y espero seguir aportando siempre a la causa desde otro espacio seguro; me tenían encerrada en casa por cárcel para no salir, pero a partir del encarcelamiento de algunos precandidatos, el hostigamiento se volvió más agresivo, fue incrementando, el ultimo mes ha sido muy difícil, casi sin dormir las 24 horas en los últimos 40 días”, agregó Álvarez, para quien el exilio no era de ninguna manera una opción.

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“No es un adiós, volveré a Nicaragua”

La integrante de la Unidad Nacional Azul y Blanco (UNAB) que estuvo en la cárcel por el caso de los «aguadores», dijo que a pesar de estar fuera de Nicaragua, sus luchas siguen siendo las mismas, y buscará seguir trabajando para alcanzar la democracia en el país, que a su juicio, pronto sucederá.

“En lo personal no he salido de Nicaragua, estoy en todos los espacios, en las redes, en temas de incidencia, activismo y vocería, busco un lugar mas seguro para hacer este activismo, tengo contacto con otros activistas y espero poder integrarme a ellos, pretendo regresar a Nicaragua, esto es un hasta pronto… me siento peor que cuando estuve en el Chipote, porque hay un sentimiento de pérdida de mi familia, de mis amigos”, manifestó.

Para esta activista, el régimen de Daniel Ortega se verá forzado a negociar una posible salida del poder, una vez que se encuentre aislado internacionalmente a como sucedió a finales de los años 80, cuando se tuvo que abrir a la transición democrática.

“No se puede vivir en un país donde lo único es emigrar, guardar silencio, eso no es sostenible, la necesidad de la gente de libertad, de seguridad, hay una descomposición total, eso no va durar mucho tiempo, a Daniel Ortega lo único que le queda es buscar una salida, la crisis humanitaria va a crecer, es muy grande, cuando un país empieza a emigrar masivamente es que las cosas no están bien, esperamos que la comunidad internacional aumente la presión, con mucha esperanza digo que el régimen están buscando una salida porque no puede sostenerse, va a venir el rompimiento dentro de ellos”, añadió Ivania Álvarez .

Esta política reiteró que desde su exilio se unirá a otras voces para demandar más presión a la comunidad internacional  y de esa manera exigir que se restablezcan las libertades. Asimismo, dijo que aunque Ortega haga fraude, la ciudadanía no lo va a avalar.

“Dejar de pensar en estas elecciones que ya se sabe quien es el ganador, sino que pensar en resistencia a más largo plazo, creo que el régimen se está poniendo sus propios limites, nada es eterno”, concluyó.

Al igual que Álvarez, otros líderes como Lenín Salasblanca, Nahiroby Olivas, Ángel Rocha, Byron Estrada y Karen Lacayo, hermana del preso Edward Lacayo “La Loba”, decidieron salir del país por las amenazas en su contra, solo por pedir democracia y justicia y la liberación de los más de 130 reos políticos.

La Agencia de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), destaca que más de 108,000 nicaragüenses han huido de la represión y las difíciles condiciones de vida que tienen en Nicaragua desde 2018, solo en Costa Rica hay más de 90,000 y el resto en países como España, Estados Unidos  y ahora se suma México.

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