En una conmovedora homilía en la misa de este domingo 2 de agosto desde la parroquia Santa Agatha, Miami, el obispo de Nicaragua, monseñor Silvio José Báez, lanzó un mensaje de reto a quienes pretenden callar a la Iglesia Católica con actos terroristas: “Quienes piensan que con estos actos de terror intimidan a la Iglesia se equivocan“.
En su homilía XVII, Domingo de Tiempo Ordinario, Monseñor Báez se refirió al horrendo atentado contra la venerada antigua imagen de la Sangre de Cristo en la catedral de Managua, incinerada por fuerzas oscuras el pasado 31 de julio.
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Destrozada por un acto terrorista
“La imagen de la Sangre de Cristo destrozada por un acto terrorista en la catedral de Managua es para Nicaragua memoria viva y conmovedora de un Dios que no solo cargó con nuestros sufrimientos hasta la cruz, sino que sigue padeciendo en nuestro pueblo oprimido, hasta resucitarlo con él a la libertad y a la justicia“, dijo Báez.
“Quienes piensan que con estos actos de terror intimidan a la Iglesia se equivocan. Cristo Crucificado es nuestra fuerza, nuestro consuelo y nuestra esperanza“.
“Unidos a él seguiremos anunciando el evangelio de la paz, llorando junto al pueblo y consolándolo, acompañándolo en su esfuerzo por lograr el nacimiento de una nueva sociedad“, expresó el obispo en el exilio, quien llamó a seguir la actitud de Jesús ante las amenazas y actuar con prudencia, pero con coraje y determinación.
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Repudio a nivel mundial
El atentado contra la Sangre de Cristo, ha sido condenado a nivel mundial y hasta el mismo papa Francisco, desde El Vaticano, se ha sumado al repudio contra el salvaje acto contra la fe de la mayoría de nicaragüenses que profesan la fe católica.
A diferencia, la dictadura de Nicaragua no ha lamentado el hecho y ha querido justificar el atropellado profano como un vulgar accidente con una veladora que provocó un incendio, según la vice dictadora Rosario Murillo, sancionada por Estados Unidos junto a tres de sus hijos por violación de derechos humanos, crímenes de lesa humanidad, corrupción y lavado de dinero.
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