El cardenal nicaragüense, Leopoldo Brenes, presentó su renuncia esta semana al cumplir los 75 años que establece el Derecho Canónico como edad para abandonar el cargo de obispo. Brenes brindó una extensa entrevista para el canal oficial de la Arquidiócesis de Managua.

Brenes aseguró que no le preocupa la renuncia y expresó que desea que la Santa Sede la acepte pronto.

“No me tiene preocupado eso. Más bien pensé cuando estaba viva mi mamacita que ojalá me la aceptaran rápido para convivir con ella más. Ahora quiero ir cerrando bien mi ministerio para poder dejar al quinto arzobispo”, dijo Brenes en la parte final de una extensa entrevista.

Brenes aseguró que con antelación había preparado “el machote” para entregar la carta este jueves 7 de marzo, cuando cumplió 75 años.

“Ya desde hace días preparé el machote. Lo voy a afinar el próximo lunes para tenerlo listo el jueves (7 de marzo) Doy gracias al Señor, al papa y a la familia. Yo la voy a enviar antes, se la voy a mandar el seis. Voy a ponerme a la orden del quinto arzobispo, descansar un poco. No pienso salir del país porque yo soy muy poco (para viajar)”, añadió.

El cardenal Brenes fue nombrado como Arzobispo de la Arquidiócesis de Managua en el año 2005 por el papa Juan Pablo II, en reemplazo del cardenal Miguel Obando y Bravo, quien se retiró de acuerdo al Derecho Canónico (por límite de edad).

El papa Francisco deberá aceptar la renuncia del Cardenal Brenes y nombrar a una nueva persona que quede frente a la Iglesia católica, en momentos considerados como «cruciales» para los feligreses y los religiosos en Nicaragua.

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Las funciones de Brenes frente a la Iglesia, han estado marcadas por las presiones por parte de la dictadura sandinista contra la Iglesia católica, luego de las protestas del año 2018, y en donde los sacerdotes acogieron a manifestantes en los templos.

El mensaje de Brenes fue el mismo día en que la vocera de la dictadura, Rosario Murillo, saludó al jerarca ya aseguró que “han quedado atrás los días de campanas y cristales rotos”.
“Un saludo de buena voluntad (al cardenal). Gracias a Dios hemos venido dejando atrás los días de campanas y cristales rotos, días terribles, cuando intentaron romper el sentido de familia y comunidad”, señaló Murillo.

“Las campanas repican con seguridad, alegría y victorias, y al saludar a su eminencia, el cardenal Leopoldo, nos comprometemos todos a trabajar duro por el respeto, el encuentro en una cultura y una pastoral de justicia, concordia y liberación de todo mal”, añadió la vocera de la dictadura.

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