La vocera de la dictadura, Rosario Murillo, a respondió a las condenas de sacerdotes que han denunciado el encarcelamiento de religiosos en Nicaragua y la persecución a la Iglesia Católica.
En su alocución de mediodía de este 10 de enero, Murillo tildó de “políticos” a los religiosos que denuncian la represión, sin mencionar nombres.
“Hay quienes creen que revestidos de falsa Santidad van a seguir engañando. La Santidad es cosa seria y de verdad, qué difícil alcanzarla… Por eso digo, falsa Santidad, falso Amor, falsas prédicas dizque piadosas. Agentes políticos, eso es lo que son y de la peor política”, aseguró Murillo.
La vocera de la dictadura también dijo que quienes critican al régimen sirven al diablo.
“Sirven a los diablos, y no a los diablitos que bailan en las calles como parte de nuestro Folklore y nuestras Tradiciones, sino a los verdaderos demonios, a los Satanás, a los Lucifer, a esos sirven los que no aman a su Patria”, afirmó.
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Además, tildó de “política perversa” las homilías de sacerdotes que cuestionan a la dictadura.
“Cuando decimos agentes políticos, son agentes de la perversión”, remarcó.
Dictadura niega persecución y encarcela
Mientras Murillo niega la persecución religiosa en Nicaragua, el Papa Francisco se pronunció por segunda ocasión en lo que va del año, asegurando que sigue con preocupación la situación de Nicaragua, misma que calificó como una crisis que se prolonga.
“Es una crisis que se prolonga desde hace tiempo con dolorosas consecuencias para toda la sociedad nicaragüense, en particular para la Iglesia católica”, dijo el Sumo Pontífice durante su audiencia semanal con el cuerpo diplomático.
“La Santa Sede no cesa de invitar a un diálogo diplomático respetuoso del bien de los católicos y de toda la población”, añadió el Papa Francisco el pasado 8 de enero.
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En diciembre el régimen emprendió una ola de arrestos contra religiosos católicos, manteniendo bajo secuestro a 18, entre obispos, sacerdotes y seminaristas.
Mientras tanto, la vocera de la dictadura ha señalado que en Nicaragua existe libertad religiosa.
«Si detienen a un sacerdote, por algo será», aseguró en respuesta al primer pronunciamiento del Papa Francisco del pasado primero de enero.