La salida de la dictadura de la OEA, es considerada por el politólogo boliviano, Carlos Sánchez Berzaín, como el escudo por medio del cual Ortega y Murillo, procuran evitar la condena internacional y generar mayor impunidad.
Sin embargo en entrevista a Café Con Voz, advirtió que la medida debería abrir espacio a más sanciones contra la dictadura nicaragüense.
¿Sale ganando la dictadura con la salida de la OEA?
Primero, representa la confesión absoluta de que es un gobierno dictatorial, un régimen que viola los derechos humanos y que está escapando del Sistema Interamericano en un intento de proteger y de tener impunidad para los criminales que manejan Nicaragua.
Lo segundo que hay que ver es que, en lugar de lograr ese propósito de escapar de la jurisdicción internacional, lo que hacen es confesar a viva voz su condición de dictadura que ejerce el poder con terrorismo de Estado y violación de derechos humanos.
Y la tercera consecuencia es aún más grave: en el ámbito internacional y ya no hay duda del señalamiento y de la naturaleza de la dictadura de Nicaragua que, al igual que la dictadura de Venezuela y que lo mismo en su momento de la dictadura de Cuba, escapan del Sistema Interamericano para encubrir sus crímenes.
¿No es negativo que las resoluciones hayan quedado solo en papel mojado?
Esto no afecta en nada a la Organización de Estados Americanos, que es un organismo muy sólido, fuertemente institucional y que está fundado en la democracia en la libertad en el respeto a la voluntad de los pueblos.
En el marco de la aplicación de la Carta Democrática Interamericana, la OEA señala a Nicaragua como dictadura, eso es ponerla al margen del ordenamiento jurídico internacional y eso permite un sistema de sanciones que ejecutan los países.
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La OEA no tiene un mecanismo para establecer sanciones efectivas a las dictaduras, pero sí los países y Estados Unidos tiene una batería de sanciones muy importantes que está creciendo.
La comunidad internacional dice que no pondrá sanciones peores para no afectar al pueblo, ¿cómo se entiende ese discurso?
El pueblo está ya sacrificadísimo por soportar el terrorismo Estado, la violación de derechos humanos y la miseria a la que lo someten estas dictaduras. Entonces, lo que los pueblos tienen que pedir en el marco de su resistencia civil son sanciones inhabilitantes.
Se necesita escuchar la verdadera voz del pueblo nicaragüense que diga que sancionando a la dictadura no se pone en riesgo al pueblo.
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Hay que dejarnos de quejar y hay que empezar a actuar una campaña internacional de opinión pública es muy importante y yo le digo: esta situación que acaba de producirse en la Organización de Estados Americanos es una gran oportunidad para pedir más sanciones.
A partir de este ejemplo, ¿se debería reformar la OEA para otorgarle mayores facultades?
Eso está en consideración y en tratamiento, pero le quiero insistir en que la OEA es un organismo político 34 países representados por sus gobiernos y de 64 países hoy día hay cinco gobiernos para dictatoriales que están respaldando a las dictaduras.