El obispo de Matagalpa, monseñor Rolando Álvarez Lagos, hoy secuestrado político de la dictadura sandinista y la veterana defensora de Derechos Humanos, Vilma Núñez de Escorcia, directora del Centro Nicaragüense de Derechos Humanos, se encuentran entre los tres finalistas del Premio Sárajov de la Unión Europea, informó el jueves una fuente oficial.

David Callister, presidente de la Comisión de Asuntos Exteriores del Parlamento Europeo, informó que el obispo condenado por el poder judicial sandinista de Daniel Ortega y Rosario Murillo a 26 años de prisión, se encuentra junto a Núñez, entre los tres finalistas del prestigioso galardón.

Indicó que Álvarez es una de las voces críticas que denunció las violaciones de los derechos humanos por la dictadura sandinista y que fue sentenciado a prisión, luego de negarse a abordar el vuelo que sacó del país a 222 secuestrados políticos hacia los Estados Unidos. Añadió que el obispo de Matagalpa, fue desnacionalizado.

En el caso de la doctora Núñez, indicó que ha sido una férrea defensora de los derechos humanos y portavoz de los nicaragüenses atropellados por el régimen, tanto dentro como fuera del país, razón por la que le han desnacionalizado, le han quitado su pensión de vejez y le han negado atención en salud.

Un obispo perseguido

El obispo, que fue condenado a 26 años de prisión en febrero, fue acusado de crímenes de conspiración «por socavar la integridad nacional y propagar noticias falsas a través de tecnologías de información y comunicación en detrimento del Estado y la sociedad nicaragüense». Dictadura condena a 26 años a Monseñor Rolando Álvarez

Álvarez había criticado la persecución del gobierno a la Iglesia y a aquellos que defienden la represión, crímenes y violaciones de derechos y libertades del régimen de Ortega y Murillo. Incluso utilizó el púlpito para defender los derechos humanos.

«Nicaragua pertenece a todos y todos tenemos derecho a vivir en paz y libertad, en justicia y santidad, todos como hermanos; sin exclusiones, sin nicaragüenses que sean tratados como desechos», predicó desde la Catedral de Matagalpa. «El hombre es la imagen de Dios, esto significa que está dotado de una dignidad inmensa, y cuando el hombre es ofendido… Dios también se ofende», agregó.

Se trató de una crítica directa a las violaciones de los derechos humanos bajo el régimen de Daniel Ortega y tuvo lugar un día antes de que este jurara su cuarto mandato consecutivo, producto de una farsa electoral en la que no tuvo competencia.

Antes del remedo de «elecciones», cinco precandidatos presidenciales fueron secuestrados por el régimen de Ortega. Además el régimen arrestó a líderes de la oposición y muchos de ellos fueron retenidos en lugares secretos, incomunicados, sin acceso a familiares o abogados. Casi todos fueron acusados de «traición a la patria» y de vínculos con un supuesto caso de lavado de dinero antes de las elecciones.

El Papa Francisco

El Papa Francisco también ha criticado el encarcelamiento del Obispo Álvarez y la pérdida de la ciudadanía del Obispo Auxiliar de Managua exiliado Silvio José Báez.

El Papa comparó el régimen de Ortega con el del dictador nazi Adolf Hitler, así como con la dictadura comunista de 1917, describiendo al gobierno como una «dictadura obscena, guaranga» liderada por un «desequilibrado».

El Premio Sájarov reconoce a individuos, grupos y organizaciones que han hecho una contribución sobresaliente a la protección de la libertad de pensamiento. El galardón 2023 a la Libertad de Pensamiento, es el mayor homenaje que la UE rinde al trabajo en pro de los derechos humanos.

Cada nominado debe contar con el apoyo de al menos 40 eurodiputados (MEPs), y cada miembro individual puede respaldar solo a un nominado.

El premio, instituido en 1988, lleva el nombre en honor al físico soviético y disidente político Andrei Sájarov y tiene un premio monetario de 50.000 euros. Lo alcanzado entre otros, Nelson Mandela. Organizaciones cívicas y políticas, así como excarcelados del régimen, han promovido el premio para los nicaragüenses.

Las otras dos finalistas son Justyna Wydrzyńska – Polonia, Morena Herrera – El Salvador y Colleen McNichols – Estados Unidos. Todas ellas son activistas por un aborto «libre, seguro y legal».

El ganador será anunciado en octubre y la ceremonia de entrega del premio se llevará a cabo durante la sesión plenaria de diciembre en Estrasburgo.

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