La organización urnas Abiertas, a través de su observatorio, encabezó el panel “Retos y Perspectivas de la Democracia en Nicaragua”, junto alWashington Office on Latin America (WOLA) y el Instituto Global de la Mujer de la Universidad George Washington (GWU), con el objetivo de presentar a actores de la sociedad civil en el país norteamericano los trabajos de investigación y fiscalización ciudadana elaborados por la organización.

Según una nota de prensa de Urnas Abiertas, el panel estuvo moderado por la Dra. Mary Ellsberg, Directora Fundadora del Instituto Global de la Mujer en la Universidad de George Washington (GWU) y contó con las intervenciones de Ligia Gómez, investigadora de Urnas Abiertas, Olga Valle, directora de Urnas Abiertas y Carolina Jiménez, presidenta de WOLA.

“En estos dos años hemos logrado documentar más de 15,000 denuncias y movilizar a más de 1.700 observadores electorales, y ha sido gracias a su trabajo que hemos podido denunciar con pruebas los atropellos que se viven en el país”, dijo Olga Valle, directora de Urnas Abiertas.

Por su parte la investigadora de esta organización, Ligia Gómez, señaló que investigar en Nicaragua “implica grandes retos metodológicos que nos han llevado a adaptar metodologías para poner primero la seguridad de las redes ciudadanas al mismo tiempo que somos capaces de generar información científica y creíble”.

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En 2021 y 2022 Urnas Abiertas documentó altos niveles de abstención de más del 80% en los comicios utilizando estándares interamericanos para monitorear elecciones e instrumentos universales para monitorear derechos humanos en procesos de elección popular. Asimismo, el observatorio ha documentado casos de corrupción local en diferentes municipios a nivel nacional.

En octubre de 2022, Urnas Abiertas presentó el miércoles un análisis del poder local en Nicaragua, que indica que la mayor concentración de poder en los municipios nicaragüenses lo ejercen tres actores fundamentales en la estructura de la mafia sandinista: los secretarios políticos, los «súper alcaldes» y los jefes o comisionados de la guardia cada municipio.

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La población que participó en el estudio, basado en 700 encuestas realizadas en 143, identificó a esos tres actores de poder del Frente Sandinista a través de los cuales los regímenes autoritarios consolidaron el pode, mientras que los vicealcaldes y líderes comunitarios lo, ejercen en menor medida siendo percibidos como figuras decorativas.

«El poder real es ejercido principalmente por los secretarios políticos del FSLN, en algunas ocasiones son los mismos alcaldes, en otras esta figura ostenta más poder que las autoridades municipales», cita el informe.

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