El dictador Daniel Ortega afirmó el jueves que las sanciones que desde Washington se han impuesto a su país y a las dictaduras de Cuba y Venezuela, han provocado «oleadas de inmigrantes» hacia Estados Unidos, dejando a un lado las crisis de derechos humanos y las olas de desempleo que provocan los tres regímenes despóticos.

Quienes «provocan estas oleadas de inmigrantes (que) se van desesperados, son los gobernantes norteamericanos con sus políticas terroristas, violadores de los derechos humanos (…) cuando cierran las posibilidades de trabajo, cuando sancionan, como han sancionado a Cuba, a Venezuela», dijo Ortega.

Estados Unidos, por su lado, acusa a Ortega de reprimir a sus opositores y de reelegirse por tercera vez en 2021 de manera no democrática y entonces usurpar el poder.

«Sigan poniendo sanciones e irán más inmigrantes hacia Estados Unidos por mucho que les quieran cerrar las puertas», advirtió el mandatario, en alusión a las restricciones de ingreso que enfrentan los venezolanos desde mediados de octubre.

Más de 100.000 migrantes

En tanto, más de 100.000 nicaragüenses han migrado de forma irregular a Estados Unidos entre enero y agosto de este año, según la oficina de aduanas y protección fronteriza de ese país.

Ortega consideró que los inmigrantes «tienen el derecho, la moral de ir a abrir la puerta de aquel (país) que le está negando el derecho al trabajo en sus países».

«Si se dice que hay trabajo en los Estados Unidos y si se dice que en Estados Unidos son respetuosos de los derechos de los migrantes, pues para allá van los migrantes», añadió Daniel Ortega.

El tirano Ortega, olvidó que en noviembre de 2015, centenares de cubanos fueron impedidos de ingresar de Costa Rica hacia Nicaragua, porque él ordenó no dejarlos pasar y que más recientemente, ciudadanos venezolanos han demostrado con vídeos, como los funcionarios de la Dirección de Migración de su dictadura, piden una mordida de 15 dólares a cada persona, por pasar el territorio nicaragüense y que sino pagan, son devueltos a Costa Rica.

Ortega reaccionó de manera implícita a las sanciones que ha aplicado Estados Unidos su esposa, parte de sus hijos y decenas de funcionarios y allegados de su gobierno desde hace cuatro años por corrupción y violación a los derechos humanos.

La más reciente fue el lunes cuando Estados Unidos aumenta presión sobre el oro en Nicaragua por ser una «pieza importante» que financia al gobierno de Ortega, al tiempo que restringió la entrada a 500 nicaragüenses.

Mas de 200 opositores están presos en Nicaragua, mientras que más de 2.000 organizaciones civiles han sido canceladas a raíz de las protestas antigubernamentales de 2018. Daniel Ortega atribuyó las protestas a un fallido golpe de Estado promovido por Washington, algo que solo sus aliados en el mundo, un grupito de países, violadores de derechos humanos, le ha comprado.

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