Si bien Nicaragua y Venezuela no fueron invitados a la IX Cumbre de las Américas, periodistas de ambos países acudieron a Los Ángeles para denunciar ante los mandatarios de todo el continente americano, los actos represivos contra la libertad de expresión y de los que responsabilizan a los gobiernos de sus países.

En una serie de foros paralelos a la cumbre oficial se escucharon los testimonios de los periodistas. Entre ellos, el foro “Los desafíos del periodismo frente a las dictaduras en América”, que contó con la presencia de periodistas como Lucía Pineda, quien fue arrestada bajo el gobierno de Daniel Ortega, y el periodista exiliado, Luis Galeano.

“Nosotros estamos rompiendo el muro de la censura, y es una victoria de todos los días», dijo Galeano, director del programa Café con Voz, dedicado a noticias de Nicaragua y que se transmite desde Miami.

“¿Qué sería de esta cumbre sin periodistas? Si los periodistas no cubrimos, si los periodistas no informamos, el mundo está completamente desconectado”, dijo.

“Colegas que están dentro de Nicaragua pues han optado por hacer lo que se llama un periodismo de catacumbas, casi a escondidas”, expresó Lucía Pineda, directora de la televisora nicaragüense 100% Noticias, medio que junto a La Prensa y Confidencial «continúan asaltados, confiscados por el régimen de Daniel Ortega y operando totalmente desde el exterior”, agregó.

Opacidad, censura y miedo en Venezuela

Alans Peralta, coordinador del programa Siempre Venezuela, describió el periodismo en Venezuela en tres palabras: opacidad, censura y miedo.

El “53 % de los periodistas omiten información de interés público por temor a represalias, y la autocensura nos está matando en el ejercicio profesional del periodismo”, expresó Peralta.

«Criminalización» del periodismo

También se sumaron a las denuncias periodistas de El Salvador.

César Castro Fagoaga, jefe de redacción de la Revista Factum, en El Salvador, dijo que gracias al periodismo «conocimos las caras más corruptas» del presidente Nayib Bukele.

Según dijo, el mandatario salvadoreño ahora está haciendo lo necesario para “criminalizar el ejercicio periodístico”.

Mientras tanto, Cindy Regidor, de Nicas Migrantes, un proyecto del medio Confidencial que visibiza la diáspora de Nicaragua, instó a la población a seguir informando sobre la situación actual en el país centroamericano.

“Los medios no pueden existir sin ustedes. Los necesitamos y no solamente como una audiencia pasiva, sino que nos busquen, que confíen en nosotros, que busquemos las maneras de continuar informando de manera que sea seguro para nuestras fuentes,” concluyó Regidor.

El secretario de Estado de Estados Unidos, Anthony Blinken, denunció en la Cumbre de las Américas la criminalización del periodismo que se vive en Cuba, Nicaragua y Venezuela “por el simple hecho” de ejercer la profesión.

Blinken agregó que decenas de periodistas nicaragüenses han tenido que salir del país debido a la persecución del gobierno.

Desde que en 2018 empezaron las protestas contra el presidente Daniel Ortega, el gobierno de Nicaragua ha ordenado el cierre de decenas de medios. Los pocos canales televisivos independientes que quedan en Managua han tenido que modificar su programación para evitar los temas políticos o críticos a Ortega.

A finales de mayo, la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP) se reunió con legisladores estaounidenses en Washington para denunciar la “persecución, represión y violencia» contra la prensa en Nicaragua, Cuba y Venezuela.

Organizaciones defensoras del periodismo consideran que en casi todo el continente hay restricciones para ejercer libremente el oficio.

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