Era el 2 de junio de 2022. Ese día estaba prevista una conferencia de prensa virtual para actualizar la situación de Marcos Fletes y Walter Gómez, Exfuncionarios de la Fundación Violeta Barrios de Chamorro, y sobre la citatoria del Ministerio de Gobernación en su contra. Sin embargo, antes que se iniciara la comparecencia, la Policía Sandinista decidió secuestrar a la precandidata presidencial Cristiana Chamorro.

Con la detención de Chamorro, se desencadenó la ola de arrestos contra aspirantes presidenciales y líderes opositores, como parte de una estrategia del dictador Daniel Ortega para eliminar su competencia en los comicios generales.

Carlos Fernando Chamorro, hermano de la aspirante presidencial, dijo en su cuenta de Twitter que la Policía allanó la casa de su hermana al mediodía con una orden emitida por la jueza Karen Chavarría este mismo miércoles.

“A esta hora, mi hermana Cristiana Chamorro estaría brindando una conferencia de prensa para informar sobre la acción ilegal de despojarla de sus derechos políticos para inhibirla como precandidata presidencial. La policía allanó su casa y la tiene detenida”, publicó su hermano en la red social.

En ese momento, la presidenta de la organización no gubernamental Centro Nicaragüense de Derechos Humanos, Vilma Núñez, declaró a periodistas que los agentes policiales irrumpieron “violentamente” en la residencia de Cristiana Chamorro, ubicada a unos 11 kilómetros al sur de la capital.

Dictadura reprimió coberturas de capturas a disidentes

Durante el arresto, la Policía Sandinista reprimió a periodistas independientes que daban cobertura al hecho. En horas de la tarde, la guardia retuvo a almenos una decena de periodistas negándoles la salida del sector.

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El vehículo de la periodista Jennifer Ortiz resultó con graves daños, luego que los agentes de la dictadura le poncharan las cuatro llantas.

El 20 de mayo, el Ministerio de Gobernación al servicio de la dictadura, citó a Chamorro Barrios al señalarla de tener “claros indicios” de cometer lavado de dinero en la Fundación Violeta Barrios de Chamorro.

Según la entidad, la Fundación Violeta Barrios de Chamorro, fundada por la expresidenta de Nicaragua Violeta Barrios de Chamorro, “incumplió gravemente sus obligaciones ante el ente regulador”, que es Migob.

“Del análisis del estado financiero período 2015 – 2019 se obtuvieron claros indicios de lavado de dinero por lo que el Ministerio de Gobernación ha informado al Ministerio Público para la investigación correspondiente”, se lee en la citatoria.

El 28 de mayo, Chamorro Barrios denunció el secuestro de Marcos Fletes y Walter Gómez, exfuncionarios de la Fundación Violeta Barrios de Chamorro.

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Según Chamorro, Walter Gómez, ex administrador de la ONG, fue trasladado a la Dirección de Auxilio Judicial, conocida como “El Chipote”, luego que su vivienda, en la Colonia El Periodista, fue allanada por oficiales de la Policía sandinista sin orden judicial.

Por otro lado, se desconocía el paradero de Marcos Fletes, ex contador de la FVBCH. No obstante, Chamorro asegura que fue secuestrado por civiles fuertemente armados cuando salía de una casa de seguridad.

“En Nicaragua puede pasar cualquier cosa”

En una conferencia de prensa días antes de ser secuestrada, Chamorro expuso que “puede pasar cualquier cosa”, en relación a su detención.

 “Todo puede pasar con este régimen que no actúa bajo derecho, sino bajo caprichos que persiguen a gente que desea trabajar por Nicaragua. Estamos seguros que puede pasar cualquier cosa. Pero eso nos mantiene firmes y estamos seguros que el periodismo se mantiene en la primera fila y que estamos todos acompañados en esta lucha por Nicaragua”, afirmó Chamorro en ese momento.

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