La dictadura sandinista decide anticiparse a una eventual implosión y  decide “cortar cabezas” en el Ejército Sandinista. La institución castrense informó a través de una nota de prensa el pasado fin de semana que envió a retiro a 40 militares, a la vez que condecoró con la orden Ejército de Nicaragua al General de Brigada Genaro Rosendo Betanco Romero, además de otorgarle la Medalla Honor al Mérito del Servicio Cumplido en Primera Clase.

La decisión del Ejército se da pocos días después que el exembajador de Nicaragua en la Organización de Estados Americanos, OEA, Arturo McFields Yescas, denunciara a la dictadura sandinista; y que el ex asesor del régimen  ante la Corte Internacional de Justicia, renunciara a su cargo que desempeñó desde la década de 1980.

A criterio del exmilitar del Ejército Sandinista, Federico Aguado, estos “movimientos” en el Ejército reflejan una paranoia de la dictadura y señala que estos miembros pudieron haber expresado su inconformidad en cualquier momento hacia las acciones del régimen.

Además, hizo hincapié en la condecoración otorgada a Genaro Rosendo Betanco, quien es jefe de la Dirección de Información para la Defensa.

“Genaro es el jefe de la Dirección de Información para la Defensa, quien creó el aparataje de inteligencia militar para proveer de información a la Policía y poder quebrar los tranques. No creo que lo están retirando con tres hojalatas guindadas”, dijo Aguado en una entrevista con Café con Voz.

¿Es natural que se den 40 retiros en las filas del Ejército Sandinista?

Existe una doctrina militar que norma y regula el tiempo y servicio de cada uno de los oficiales, que tienen un tiempo de vida útil en su cargo y en su grado. El Ejército cuenta con un rango de tiempo según el cargo.

A la gente del Ejército nunca le interesó la doctrina militar y prácticamente la han utilizado de papel higiénico, porque los que están ocupando cargos obtuvieron cargos de manera inmediata sin trayectoria y preparación militar.

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En el Ejército hay un aparato que se llama contrainteligencia militar, que evalúa a los cargos recién nombrados a la par de la dirección de personal y cuadros del Ejército. La contrainteligencia aprueba o rechaza nombramientos de acuerdo a la confianza política y fidelidad.

Esto incumple lo firmado hace treinta años que establecía una doctrina militar, que incluye el paso a retiro. En este momento, esto es un llamado de atención.

¿Estarán de acuerdo los miembros del Ejército con esta decisión?

Esto abre muchas suspicacias. Con doña Rosario hay que ser inteligente para caerle mal. Lo grave acá es pensar. Por eso, cualquiera de los que están ahí puede caer en desgracia en cualquier momento.

Seguramente a buena parte de estos que pasaron a retiro fue porque pensaron o hicieron algún comentario.

¿Qué incidencia tiene el mensaje de McFields a los funcionarios?

El efecto es negativo, porque la gente no tiene la capacidad para expresarse. Paul Reichler lo deja claro también, asegurando que la gente tiene temor de decir lo que siente. 

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Las rebeliones no se pueden sofocar y nadie sabe el momento, la hora o la escala con la que van a reventar. Con todas las medidas que ellos van a tomar, si existe malestar en las Fuerzas Armadas, es imposible que puedan sofocar un malestar.

¿Desde cuándo hay malestar en el Ejército Sandinista?

Desde el momento en que se violó la doctrina militar nació ese malestar. Quienes tenían la trayectoria y la preparación militar fueron desechados. Esto genera mucho malestar.

El odio contra los exmilitares es más fuerte que el que tienen a los jóvenes que se levantaron en abril de 2018.

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