El expresidente del Consejo Supremo Electoral, CSE, Roberto Rivas Reyes, falleció luego de permanecer al menos cuatro meses en el Hospital Vivian Pellas, en Managua, uno de los más costosos de Managua, después de enfrentar complicaciones asociadas a Covid-19.

Rivas quien en sus inicios se definió como “liberal”, fue presidente del CSE por 18 años (2000-2018) propuesto por el Cardenal Miguel Obando y Bravo y posteriormente mostró afinidad al Frente Sandinista.

Sancionado por Estados Unidos y marginado por el FSLN

El exmagistrado fue sancionado por el Departamento del Tesoro de Estados Unidos el 17 de diciembre de 2017, en el marco de la Ley Magnitsky, al ser acusado de abusos de derechos humanos, corrupción y fraudes electorales.

Café con Voz: Diario La Prensa cumple 96 años en medio de censura, confiscación y secuestros

A raíz de la sanción, paulatinamente fue apartado por el Frente Sandinista y en el ocaso e su vida, no contó con mucho apoyo por parte de la dictadura, aunque si le garantizaron impunidad por sus delitos.

Además, según revelaron fuentes médicas a medios de comunicación, el Instituto Nicaragüense del Seguro Social, desistió a cubrir sus tratamientos.

Vida de opulencia gracias a la corrupción

El periodista Luis Galeano y José Adán Silva, revelaron en una investigación publicada en 2010 en el extinto El Nuevo Diario, los desfalcos de Roberto Rivas, quien, entre 2004 y 2008, malversó C$ 407 millones de córdobas, a través de la falsificación de facturas con las que justificaba los robos y desvíos de los fondos del CSE.

Otra investigación de Galeano, determinó los familiares de Rivas viajaban en al menos tres aviones privados de Nicaragua hacia países como Costa Rica, Estados Unidos y México.

Entre los bienes que se le atribuyeron como propios, de acuerdo con investigaciones periodísticas del diario La Nación de Costa Rica, son casas en un exclusivo reparto en las afueras del San José, cuyo valor supera cada una el millón de dólares, y en ellas hospeda a dos hijos del presidente Daniel Ortega.

Los bienes, según el mismo Rivas, los había costeado con un salario de cinco mil dólares, y las ganancias de una finca cafetalera en Matagalpa, que produce, según él, casi 7,000 quintales de café oro que, afirma, exporta a Europa. Los actos de corrupción iniciaron en los años 90 cuando, por medio de una indemnización de una propiedad de su madre Josefa Reyes, le pagaron una gran cantidad de dinero por bienes que no existían o que estaban sobrevalorados. Un ejemplo de ello, es un burro Kentucky, que fue incluido en la lista de animales que estaban en la propiedad pagada, pero que había matado un tío de Roberto Rivas por accidente.

La primera vez que se conoció la afición de Rivas por los aviones privados, fue en 2008. Según El Nuevo Diario, era una avioneta, modelo Merlín SA227-TT turbo-hélice, de seis u ocho pasajeros, con matrícula N444LB, supuestamente de la compañía estadounidense llamada Sir Family & Executive Harter.

Entre las naves que fueron identificadas como propiedad de Rivas, se encuentran: Merlín N4444LB; un aeroplano Fixed Wing, fabricado por la compañía Israel Aircraft Industries en Israel, de dos motores, y cuya matrícula es N347GA; N59PT, un avión tan precioso y cómodo como el N347GA, con la diferencia de que en lugar de que fuera para 20 pasajeros.

Poseedor de lujosas mansiones

En 2017, la Fiscalía General de Costa Rica informó que abrió una investigación contra Rivas por el delito de blanqueo de capitales (lavado de dinero) en ese país, donde Rivas era dueño de un terreno de 3.514 metros cuadrados, localizado en un barrio exclusivo de la capital costarricense y valorado, según investigaciones del diario La Nación, de San José, en $ 193,000 dólares.

Además, La Nación reveló que Rivas poseía al menos cuatro propiedades más en este mismo barrio.

En 2009, Rivas fue acusado e introducir a Costa Rica dos vehículos de lujo con placa diplomática y sin pagar impuestos, supuestamente aprovechando las bondades de tener como embajador de Nicaragua en San José a su hermano, Harold Rivas, y como cónsul en ese país a su cuñada, Jeannette Pérez Vega.

En 2017, Confidencial reveló en una investigación, que una empresa ligada a los hijos de Roberto Rivas, Inversiones Generales Stinro SL, tiene como domicilio un chalet de 1.545 metros cuadrados de construcción, valorado en nueve millones de euros y localizado en la Calle de Machaquito 3, en la zona de Conde Orgaz, un barrio exclusivo donde, según la misma publicación, han tenido casas Zinedine Zidane, el exdelantero Raúl González Blanco o el portugués Luis Figo.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *