Monseñor Silvio José Báez
Tres parábolas para reflexionar de Monseñor Silvio José Báez

El obispo Auxiliar de la Arquidiócesis de Managua, monseñor Silvio Báez, exhortó el domingo a no desfallecer ni desanimarse ante escenarios en los que los que las parece que «estructuras injustas de poder son invencibles». Báez dijo que cuando las cosas se ponen más oscuras, es cuando más despierto, sereno, atento y lúcido debe estar el ser humano. No se debe bajar la guardia y dejar que invada el derrotismo.

Báez en su homilía desde la iglesia Santa Agatha en Miami, Florida, dijo que hay momentos en la vida en que abruman las dificultades, los frutos conseguidos no corresponden al esfuerzo hecho, el cansancio domina y a veces hay deseos de abandonarlo todo y que esa sensación de desánimo personal, ocurre también en las sociedades.

«También en las luchas sociales, muchas veces nos desanimamos, percibimos que las estructuras injustas de poder son invencibles, nos contagiamos del sentimiento de impotencia que se va instalando en el corazón de muchos y hasta surge la tentación de olvidarse de todo», dijo Báez.

«En esos momentos hay que ser realistas y afrontar las dificultades, pero sin agrandar los problemas ni propagar un sentimiento de derrotismo», recomendó.  Báez añadió que cuando las cosas se vuelven más oscuras, la historia indescifrable y el futuro incierto, «es cuando más despiertos debemos estar. Se necesita serenidad y lucidez».  https://cafeconvoz.com/2021/08/02/baez-no-confundir-sometimiento-con-tranquilidad-ni-esclavitud-con-libertad/

No desesperar

Monseñor Silvio Báez, dijo que se puede en esas circunstancias bajar los brazos momentáneamente, pero no en modo definitivo. «Podemos incluso abandonar nuestra tierra, como Elías, para poner a salvo la vida, pero sin desesperar». 

El obispo Auxiliar, profundizó en su mensaje al indicar que «si la sensación de fracaso y el sentimiento de impotencia se instalan en nuestra vida nos debilitamos, se nos seca el corazón y se nos oscurece la mente».

Citando el pasaje bíblico de la Primera Lectura del Domingo, monseñor Silvio Báez, recordó que en el momento de la persecución, Dios no se pone de parte de Jezabel, «la reina malvada y criminal, que se servía de la religión para someter al pueblo. Dios acude en ayuda de su profeta».

«Dios es más fuerte que las amenazas y las acciones perversas de las fuerzas tenebrosas de la opresión y la muerte. Por eso es por lo que también hoy la Iglesia no teme cuando es atacada o perseguida y se mantiene fiel a su misión con el auxilio de Dios que nunca la abandona».

Las palabras de monseñor Silvio Báez, se dan en el contexto en el que los dictadores Daniel Ortega y Rosario Murillo, han desatado una verborrea hepática en contra de la Iglesia Católica y particularmente contra los obispos que han denunciado, al menos una parte de ellos, la violación a los derechos humanos cometidos por el régimen con más fuerza y brutalidad, desde abril de 2018.

Báez reconoció que hay momentos en que es tan fuerte el desánimo, que no es fácil levantarse y caminar. Sin embargo, señaló, que Dios nunca se da por vencido frente a la debilidad humana y que llama y alimenta a sus hijos cuantas veces sea necesario.

«Con la fuerza de Dios, lo que parece un límite infranqueable, se vuelve un nuevo horizonte; lo que se experimenta como muerte se convierte en el inicio de una nueva vida», concluyó.

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