Gustavo Porras, reformas electorales


El Director del Programa de Migración, Remesas y Desarrollo del prestigioso centro de pensamiento Diálogo Interamericano, Manuel Orozco, dijo que las sanciones contra el jefe del Ejército, Julio César Avilés y el ministro de Hacienda, Iván Acosta, ratifican que en Nicaragua hay  un “estado criminal”, que Daniel Ortega no gobierna más, que se encuentra incapacitado mentalmente, y que los que realmente gobiernan, son Rosario Murillo y Gustavo Porras.

Para Orozco, las sanciones contra esos dos servidores de Ortega, son un claro mensaje de Estados Unidos, de que no permitirán que la dictadura se mantenga en el poder a punta de violencia y corrupción y que las mismas deben llevar a la reflexión, sobre todo al jefe de la Fuerza Armada.

“Las sanciones contra Avilés y Acosta, demuestran que en Nicaragua hay Estado criminal, porque pasó de ser un estado policial, a un estado que legisló para reprimir el derecho a la protesta y que decidió poner a todas las entidades públicas en función de proteger los intereses no de la nación, sino de una familia”, dijo Orozco.

Gobiernan Murillo y Porras, afirmó Manuel Orozco, el director del Programa de Migración, Remesas y Desarrollo en el Diálogo Interamericano

Gustavo Porras es de la línea de Rosario Murillo, un secreto a voces en toda Nicaragua, y los que conocen las entrañas de la estructura, afirman qué hay fidelidad y lealtad, probada de su lado hacia la mujer que gobierna de facto. En la última comparecencia de Ortega el pasado 18 de mayo, solo fue acompañado por ambos personajes y la que hace el papel de ministra de Salud, Martha Reyes.


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¿Qué cree que haga Avilés volverse al lado de la Constitución o morir con Ortega?


“A mí me cuesta creer que aquí hay una posición tan maniqueista y exageradamente loca, que permita que Avilés vaya al lado de Rosario Murillo y Gustavo Porras, porque aquí hay que entender una cosa, el presidente de Nicaragua, no está en capacidad mental y eso se ha constatado en varias ocasiones, que su salud se ha deteriorado y su salud mental, se ha observado que se ha venido debilitando sustancialmente y quienes gobiernan en Nicaragua son realmente Rosario Murillo y Gustavo Porras”.


“La pregunta es: ¿Está dispuesto Avilés a seguir apoyando a Murillo, Porras y compañía que son los que encabezan al círculo mafioso del país? Yo creo que no.» 

¿Cuáles son las bases para considerar que no será así?


“El impacto no es solo contra el general Avilés, sino que es un mensaje muy fuerte contra la reputación del Ejército y eso debe hacer reflexionar al resto del Estado Mayor y al Consejo Militar”.

Orozco señaló que Ortega torpedeó la independencia del Ejército con la reforma al Código Militar, que extendió el período de tiempo del jefe del Ejército en el cargo, bajo la discreción del que ejerce la presidencia y le permitió subordinar a la entidad por razones políticas. “A esto se sumó que se forman las bandas paramilitares por orden de Ortega y con el conocimiento de Avilés”, dijo Orozco.

“Hay una parte de la comandancia que no ha estado de acuerdo con que el Ejército actúe como una entidad política, porque sabían lo que eso significaba y ahora que ya pasó esto, pues vuelve más complejo el panorama, sobre qué van a hacer y cómo van a actuar esos mandos”, dijo.

Pandemia debería ser combatida por el Ejército


Orozco hizo énfasis que ante la situación de emergencia sanitaria que vive el país, el Ejército, debería de dar pasos y empujar a que se decrete una cuarentena nacional y evitar que haya mucha más gente muriendo por esto. “Ellos deberían de trabajar del lado de los trabajadores de la salud y evitar que más vidas se pierdan”, dijo.

“La crisis sanitaria de hoy que está matando a decenas de nicaragüenses diario, pero también está alcanzado a los cuadros de ellos, Edwin Castro, (Nicho) Marenco, a policías y gente del Frente Sandinista, que han puesto en cuestión la subordinación por clientelismo político. Creo que va a haber un planteamiento formal de que sea el Ejército, el que ayude a frenar la pandemia”.

¿Quién debería de acercarse a Avilés para que empujarlo en la dirección correcta?


“Los nicaragüenses no están solos, la comunidad internacional está atenta a lo que ocurre en el país y ese es un factor, la Coalición Nacional, el sector privado que tiene contactos y que pueden canalizar la comunicación para ayudar que, no solo se detenga la masacre que se está dando por la pandemia, sino para extender un puente para que se inicie un proceso de transición política que acabe con la crisis, porque la estabilidad económica ayuda a la estabilidad de la nación y está también la embajada de Estados Unidos y que puede conversar con el señor Avilés.»

¿Tiene esperanza de un cambio de Avilés hacia el lado correcto?


“El clientelismo y la intimidación tiene límites, y eso cuando tu vida está en riesgo por temas como el de la pandemia, es lo que determina hacia dónde vas. No estoy convencido de que Avilés diga: Me quedo del lado de la nación (apoyo político) de Ortega, que es por cierto cada vez más pequeña».

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