El jefe de Seguridad Pública de guardia sandinista, comisionado General, Olivio Hernández Salguera, uno de los verdugos de los manifestantes azul y blanco, falleció, por COVID-19, la madrugada del jueves en el Hospital Carlos Roberto Huembes, el “Hospital de la Policía”, después de haber sido internado con altas temperaturas el pasado fin de semana.
Katherine Samantha Hernández, hija del uniformado, confirmó en su cuenta de Facebook, que la muerte de su padre fue por coronavirus, aún cuando en el hospital emitieron una epicrisis que señala que el deceso fue por “infarto”.
“Se me fue el amor de mi vida, mi héroe el que me protegía a mí y a mis hermanas, de una manera grande”, escribió la hija del fallecido policía, que añadió “esta enfermedad no es un juego, no sean ESTUPIDOS haciéndola broma o burlándose de ella”.
Hernández Salguera fue uno de los fundadores de la Guardia Sandinista a inicios de los años 80. Fue parte de la Dirección de Seguridad Pública y del Buro de Comunicaciones.
Uno de los principales verdugos de los azul y blanco
Pero también Hernández Salguera fue uno de los principales represores durante las protestas antigubernamentales del 2018. Eso le valió su ascenso en la institución.
Era originario de Estelí. Al iniciar las protestas estuvo en Masaya junto al hoy sancionado subdirector de la Policía, Ramón Avellán.
Como jefe de Seguridad Pública era quien negaba a la sociedad civil nicaragüense ejercer su derecho constitucional a marchar.
La dictadura de Ortega y Murillo, ha mantenido a toda costa actividades políticas, deportivas, culturales y religiosas que puede manipular, a pesar de las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud y la Organización Panamericana de Salud, de poner en práctica el distanciamiento social como uno de los mejores métodos de evitar el contagio del Covid 19.
El régimen ha oficializado la muerte de 17 personas y el contagio de 279, de los cuales 254 se registraron según sus cuentas en la semana del 12 al 19 de mayo, es decir un disparo del 1,000%.
