Daniel Ortega Oculta Irresponsabilidad
Daniel Ortega comparece este 18 de mayo y trata de usar a Costa Rica para tapar sus irresponsabilidades

El dictador Daniel Ortega, decidió desviar la atención de su irresponsabilidad sobre el manejo del Covid19, atizando un conflicto con Costa Rica, a acusando a la administración de Carlos Alvarado, de cerrar la frontera unilateralmente al comercio y transporte de carga de la región. 

Ortega quien reapareció este lunes 18 de mayo en cadena nacional, dijo que un total de 1,010 camiones con cabezales de toda la región que llevan y traen mercancía, se encuentran varados entre la frontera de Peñas Blancas y San Pancho. Más temprano un ministro costarricense confirmó que Nicaragua había cerrado la frontera para que no ingresara transporte de carga desde su país hacia Nicaragua.

“Es Costa Rica la que ha cerrado la frontera”, dijo Ortega acompañado de su consorte Rosario Murillo, Gustavo Porras y la que hace de ministra de Salud, Martha Reyes. El dictador no hizo referencia a que las autoridades costarricenses han devuelto a Nicaragua a más de 30 transportistas, que han dado positivo coronavirus, lo cual les ha llevado a tomar decisiones de mayor control con la entrada y salida de los que trabajan llevando y trayendo mercancía a la región. 

La irresponsabilidad de la dictadura provocó que más de 50 diputados costarricenses escribieran la semana pasada una carta a la OMS y la OPS, denunciando el riesgo que significa para la región ese actuar, lo cual tuvo como respuesta una carta llena de ofensas y epítetos que Murillo envió a la Asamble de Nicaragua, para que fuera leída como reacción a la misiva de los ticos a las autoridades rectoras de la salud mundial.

El «gran componedor» de lo que él mismo provoca


“Nosotros le queremos hacer un llamado al gobierno de Costa Rica, para que trabajemos lo más rápido posible en este tema del transporte y se le permite la fluidez, sin que eso venga a afectar las medidas que viene tomando cada país en relación a la pandemia”, dijo Ortega, quien indicó que las autoridades costarricenses han dicho que una comisión tomará siete días para considerar una respuesta a la demanda de derogar la decisión.

La medida tica indica que los transportistas con destino de entregar producto en Costa Rica, deben desenganchar la carga y entregarla a un camión nacional, o que deban desinfectar el vehículo y entregarlo a un conductor costarricense.

Costa Rica solo permite transportes de frontera a frontera, es decir vayan a Panamá, con estricto seguimiento y vigilancia policial 

Ortega dijo que antes de la “medida unilateral” de Costa Rica, circularon miles de transportes con cargas, alimentos, materia prima de Panamá a Guatemala, sin ningún problema guardando las medidas y por tanto no se veían largas filas. Agregó que el sector privado de la región y que incluso el de Costa Rica, ha mostrado su malestar por la decisión del gobierno de Alvarado.

“Por combatir la pandemia no se puede provocar una crisis que al final va a terminar afectando a la población centroamericana”, olvidando la irresponsabilidad con la que ha manejado la pandemia en Nicaragua”, dijo Ortega.

Lo que dijo temprano el ministro de Hacienda tico


Rodrigo Chávez, ministro de Haciendo de Costa Rica, confirmó que desde la Dirección General de Aduanas de Nicaragua, les hicieron saber la decisión de que no podía ingresar transporte de carga.

Marvin Altamirano, presidente de la Asociación de Transportistas de Nicaragua, confirmó que las fronteras estaban cerradas para Costa Rica. Altamirano había planteado el fin de semana que el país debía cerrarle el paso a los transportistas ticos, debido a la decisión unilateral de ese país, de bloquear parcialmente el tránsito de mercancías en ese país, luego que se detectara más de 40 conductores afectados por Covid19. 

Como urgente de encontrar solución calificó la Cámara de Exportadores el contexto actual, pues existe el riesgo de un eventual desabastecimiento regional, afectar el proceso productivo de más 1.000 empresas y hasta impactar negativamente el empleo.

“Estamos conscientes que son medidas inéditas en la región y no es algo que hubiéramos deseado, pero las circunstancias nos lo imponen”, dijo Dyalá Jiménez, ministra de Comercio Exterior.

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