En asunto de seis semanas, unas 30,3 millones de personas en Estados Unidos, se han sumado a quienes han solicitado ayuda por desempleo desde que el nuevo coronavirus comenzó a obligar a millones de empleadores a cerrar sus negocios y recortar sus fuerzas laborales.

Según datos del Ministerio del Trabajo, más de 3,8 millones de trabajadores recién despedidos pidieron beneficios por desempleo la semana pasada a medida que la economía del país se hunde.La cifra significa que más de uno de cada seis trabajadores estadounidenses no tiene empleo.

El total acumulado de desempleados, supera la de las personas que viven en las áreas metropolitanas de Nueva York y Chicago combinadas y es la más grande ola de despidos registrada hasta ahora. La ola de desempleos alcanzó a casi todos los sectores de la economía por todo el país, y se espera que esto empeorará en las próximas semanas, aun cuando al menos 30 estados han decidido reiniciar la economía con cautela.

Estos números de acuerdo a los expertos estadounidenses, se está convirtiendo en la más devastadora desde la Gran Depresión de la década de 1930.

A medida que más empleadores recortan sus nóminas para ahorrar dinero, los economistas han pronosticado que la tasa de desempleo para abril podría llegar al 20%. Esa sería la tasa más alta registrada desde la de 25% durante la Gran Depresión.

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