Policía sandinista reitera versión de la veladora de Murillo
La Policía sandinista brindó un informe conclusivo sobre el incendio ocurrido el 31 de julio en la capilla de la Sangre de Cristo de la catedral de Managua y reiteró lo que dijo la vicedictadora Murillo ya había dictado: que fue una candela la que propició la tragedia.
Según la policía de la familia dictatoria el incendio “se produjo por una combinación de elementos físicos y químicos” y descartaron mano criminal.
El día del hecho, que ha conmovido los corazones de los católicos nicaragüenses, testigos que se encontraban en el lugar relataron que un hombre ingresó, lanzó una bomba molotov y de inmediato huyó.
La venerada imagen quedó calcinada, pero la imagen internacional del régimen terminó más hundida en el lodo del descrédito mundial.
Según el reporte policial los peritos establecieron que el origen del incendio se debió a factores “físicos y químicos” por la presencia de vapores de alcohol que se combinaron con la llama de una veladora.
“Además de materiales de fácil combustión como una alfombra color rojo, una alfombra plástica de color verde, flores artificiales, la Santa Túnica, un material plástico que protege la imagen de la sangre de Cristo”.
Iglesia: acto terrorista
Mientras la Policía insiste en que no hubo mano criminal en el incendio ocurrido en la capilla de la Sangre de Cristo, este lunes 3 de agosto la Curia Arzobispal elevó la voz y sostuvo su posición.
Además, denunció una verdadera guerra sucia declarada por el régimen contra la Iglesia Católica, sus símbolos, su feligresía y sus líderes.
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“A la luz de la Palabra de Dios alzamos nuestra voz por los miles de nicaragüenses que salen del país causa de la falta de trabajo, de la persecución política, la inseguridad y la violación a sus derechos fundamentales, negándoseles así el derecho a vivir con dignidad en su propia patria“, dijo el contundente comunicado del clero.
“Con tristeza constatamos nuevamente el reiterado irrespeto y profanación de la Santa Eucaristía, así como el terrorismo y el constante asedio a diversos templos católicos en fechas recientes“, dicen los obispos.
Guerra contra iglesia católica
Mientras a nivel internacional, la iglesia Católica ha recibido el respaldo de diferentes sectores por los hechos ocurridos, esta semana sacerdotes y líderes católicos han denunciado amenazas de muerte, persecución, asedio y daños a los templos e imágenes religiosas.
Las amenazas de muerte contra obispos, sacerdotes se han recrudecido en las redes sociales desde que el papa Francisco condenó los atentados contra la fe de millones de católicos nicaragüenses.
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“Se nota que no tiene paz en su corazón, pero si sigue jodiendo, este hijo de la gran put… tranquero, le diremos, cual es la paz que va a tener, será una paz eterna, QEPD, ROLON. Plomo a estos hijos de la oscuridad, son una bola de asesino. Pagarán por sus actos”, es la amenaza que desde Facebook lanza un fanático, mostrando una fotografía de monseñor Álvarez.
En Managua, según fuentes de la Conferencia Episcopal, en distintas parroquias permanecen motorizados, asediando con fotos y videos a los sacerdotes y fieles.
“Vivimos una etapa de odio, de terror, donde se falta el respeto hasta a lo sagrado; pero la Iglesia no callará… seguiremos siendo portadores de la verdad, la paz y la justicia y sobre todo, seguiremos firmes en nuestra labor evangelizadora”, expresó un sacerdote desde el anonimato.
Ortega desesperado por “lolos”
Una iniciativa de reforma y adición a la Ley General de Migración y Extranjería enviada con carácter de urgencia a la Asamblea Nacional permitirá al régimen de Ortega dolarizar los servicios migratorios y además multar con US$150 a quien ingrese o salga de Nicaragua a través de puntos ciegos.
La iniciativa fue introducida el pasado 30 de julio ante la Secretaría de la Asamblea Nacional. Para el sociólogo y economista Óscar René Vargas el asunto es sencillo detrás de esta medida apurada de la dictadura: se le acabaron los recursos y necesitan fondos para sostener el aparato de represión.
“Por otro lado, el control migratorio es parte de su lógica de control político general que implementa todos los días con la represión“, dijo Vargas, poniendo como ejemplo la situación reciente de Peñas Blancas, donde el régimen detuvo como medida de control político a más de 500 nicaragüenses, a quienes exigía una prueba negativa de Covid-19.
