La dictadura de Nicaragua, a través del Ministerio de Gobernación, dijo este martes que, por requerimiento de Interpol, expulsó al fraile italiano Cosimo Damiano Muratori, supuestamente buscado por la Interpol por delitos de violencia sexual en Italia, y señaló que el religioso también intervino en asuntos internos nicaragüenses.

El ministerio de Gobernación afirmó en una nota de prensa que Muratori «es buscado en Italia por el delito de violencia sexual, y fue condenado a la pena de 4 años y 6 meses de cárcel, en la Ciudad de Perugia, Italia, en noviembre del 2019».

«El mencionado sacerdote y ciudadano italiano fue expulsado de Nicaragua, el día de hoy, entre otras cosas, por ese delito cometido en su país, y su itinerario de vuelo, solicitado por la misma INTERPOL Italia, fue comunicado a las autoridades pertinentes», agregó la nota.

Sin embargo, en el sitio web oficial de la Interpol no aparecen los datos del sacerdote italiano.

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Hasta este martes, era incierto el paradero de Muratori, encargado de un santuario franciscano en San Rafael del Norte, en el departamento de Jinotega, luego que viajó a Managua con su chofer y otra persona para acudir a una citación ante la Dirección General de Migración y Extranjería.

Muratori fungía como encargado del Santuario Franciscano El Tepeyac y vicepostulador de la causa de beatificación del sacerdote franciscano de origen italiano Odorico D’Andrea, fallecido en el departamento de Matagalpa en 1990.

Muratori pidió el domingo oraciones por el obispo Rolando Álvarez, condenado la semana pasada a 26 años de prisión tras rechazar irse a Estados Unidos con opositores excarcelados y expulsados de Nicaragua.

Sacerdotes detenidos por mencionar a Obispo Rolando Álvarez

El Fraile italiano fue uno de los tres sacerdotes que fueron detenidos por mencionar al Obispo Álvarez en sus homilías.

Los sacerdotes Erick Ramírez Velásquez, del templo de Telpaneca, municipio del departamento de Madriz, y Adalí Carrasco, del templo de Ciudad Antigua, municipio del departamento de Nueva Segovia, sufrieron detenciones por horas después de sus actividades religiosas de fin de semana.

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Agentes del régimen llegaron a llevárselos y se conoció por los mismos feligreses, que los liberaron horas después. Según testigos de las detenciones, los oficiales les recordaron que “hay actividades prohibidas, como prohibido es mencionar en sus homilías el nombre de monseñor Rolando Álvarez”, condenado por la dictadura a 26 años de cárcel por negarse a ser desterrado junto a los 222 presos políticos que expulsó del país la semana pasada.

El sacerdote Adalí Carrasco, fue liberado primero y después el párroco Erick Ramírez Velásquez, de Telpaneca, en Madriz, este último, ya al caer la noche.

Mientras en San Lucas, también de Madriz, agentes asediaron la misa que celebró este domingo el padre Juan Amílcar Lazo Rivera, del templo del municipio indígena de San Lucas.

Los agentes llegaron después que el sacerdote en su homilía mencionara la tristeza que había expresado el Papa Francisco por el encarcelamiento del obispo Álvarez.

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