Fuentes de la Iglesia Católica revelaron este martes a los medios de comunicación, que la Guardia Sandinista permitió la salida de dos laicos de la Curia Episcopal de Matagalpa, donde aún permanecen retenidas nueve personas, incluyendo al Obispo de la Diócesis de la localidad, Monseñor Rolando Álvarez.
El camarógrafo Flavio Castro y el corista Henry Corvera, son los dos laicos que salieron de la Curia Episcopal. El pasado 8 de agosto, la corista Sujin Membreño, también logró salir de la Curia, a raíz de negociaciones con la Policía Sandinista. Su hermana, Bianka Hernández, quien se identifica como integrante de la Juventud Sandinista, publicó en Facebook el hecho y “agradeció” a la guardia por “resguardarla y protegerla”.
De momento, la Diócesis de Matagalpa no ha confirmado la información en sus redes sociales y se desconocen las condiciones de salida de los laicos.
Este miércoles, Monseñor Rolando Álvarez cumple catorce días de permanecer retenido en la Curia de Matagalpa, junto a otras ocho personas.
Le puede interesar: Oposición rechaza escalada represiva contra la Iglesia Católica de Nicaragua
En las homilías que ha oficiado desde la capilla de la Curia, Álvarez señala que se encuentra en las manos de Dios y que a pesar de la retención, se encuentran bien de salud y en paz.
“La vida de nosotros, que estamos en la Curia Episcopal de Matagalpa, en el corazón de la Capilla, están en las manos del Señor. Estamos en las manos de Dios. Queremos hacer solamente su voluntad y darle la gloria a él”, dijo Álvarez en la Homilía del pasado jueves.
En las últimas semanas, la dictadura ha incrementado la represión contra la Iglesia Católica. Este martes, la Policía Sandinista impidió el ingreso a los feligreses de la Parroquia Santa Lucía, en Ciudad Darío, Matagalpa, que permanece bajo asedio policial desde las 7 de la mañana de este martes, por lo que su párroco, Sebastián López, celebró la misa en el atrio de la Iglesia.
Leer además: Dictador arremete contra Argentina por «traicionar a la Celac»
En una transmisión en directo desde la página de Facebook del templo, el sacerdote señaló: “compartimos la misa desde el frente de nuestra parroquia Santa Lucía. Oren por nosotros. El pueblo vive la misa desde la calle”.
A raíz de la expulsión del representante de El Vaticano a inicios de 2022, los ataques y la persecución contra los religiosos se han incrementado.
El Centro de Estudios Transdisciplinarios de Centroamérica CETCAM, en el informe Perspectivas 165 publicado este martes, atribuye la persecución de la dictadura a la Iglesia Católica debido a su activo papel protegiendo a la población de la represión.
“Le ha generado la animadversión del régimen y en diferentes momentos no ha dudado en atacarlos directa y abiertamente como sucedió el 9 de julio de 2018 en el departamento de Carazo, cuando un grupo de obispos y sacerdotes encabezados por el cardenal Leopoldo Brenes, arzobispo de Managua, llegaron a la iglesia de la ciudad de Jinotepe a rescatar a un grupo de personas que se encontraban dentro del templo asediadas por grupos paramilitares del gobierno”, señala el informe.