Health ministry workers in protective suits bury a COVID-19 victim at the Caminos del Cielo cemetery in Managua on May 23, 2020 during the novel coronavirus pandemic. - The pandemic has killed at least 339,758 people worldwide since it surfaced in China late last year, according to an AFP tally at 1900 GMT on Saturday based on official sources. (Photo by ISIDRO HERNANDEZ / AFP)

La dictadura de Daniel Ortega no ha transparentado la información del número de contagios y decesos de Covid-19, ocultando hasta 9,000 muertes por la pandemia, por lo que cuenta con las estadísticas más cuestionadas de la región, según una investigación publicada por el Observatorio Pro Transparencia de Nicaragua.

Hasta el 16 de noviembre en el país han ocurrido 17,421 contagios y 211 muertes, según datos del Ministerio de Salud, Minsa.

No obstante, el monitoreo independiente realizado por el Observatorio Ciudadano COVID-19 registra 1.7 más contagios sospechosos de covid-19 y 28 veces más muertes.

“Los estudios de sobremortalidad que se han realizado por grupos independientes (Comité Científico Multidisciplinario, Funides, Confidencial y el Observatorio Ciudadano) indican que las muertes pueden ser hasta 48 veces superiores a las del Minsa.   Sin embargo, los datos del Observatorio Ciudadano también revelan un subregistro en el número de contagios, por eso la letalidad de la covid-19 en este grupo es tan alta”, señala la investigación.

La investigación señala que el fallecimiento d euna persona a la semana por Covid-19, es improbable estadísticamente, porque incluso en la ola más grande de la pandemia, entre agosto y octubre, el numero de fallecidos se mantuvo en uno.

“Mientras en el resto de países de Centroamérica mueren cada semana, entre seis y 11 personas por cada 10, 000 habitantes, en Nicaragua no moriría nadie. Estas naciones tienen niveles más altos de vacunación y mayores restricciones”, señala.

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La investigación añade que Nicaragua cuenta con pocos contagios debido a la falta de pruebas de Reacción en cadena de la polimerasa con retrotranscriptasa RT-PCR.

En Nicaragua no se realizan pruebas PCR masivas para identificar el virus. La población que tiene acceso a estas son los que pagan para viajar fuera al extranjero y algunos pacientes graves y cierto personal médico que se enferma.

Dictadura ocultó los datos desde la llegada de la pandemia

El estudio recuerda la filtración de datos de los servidores del Minsa en el año 2020, en el que se registraban la cantidad de pruebas y casos positivos de la Covid-19. Según el análisis de los investigadores, el 35% de los contagios fue ocultado.

“El 24 de marzo, cuando el Minsa informó que solo había dos casos positivos de covid-19, en las bases de datos del Centro Nacional de Diagnóstico y Referencia (CNDR) ya había 14 registros de nicaragüenses”, señaló.

Régimen no explica subejecución de presupuesto para Covid-19 

Según la investigación, la dictadura de Daniel Ortega ha manejado con opacidad los recursos financieros para combatir la pandemia de la Covid-19, obtenidos a través de créditos de organismos multilaterales, 

El Ministerio de Hacienda y Crédito Público detalla que en 2021 se destinó un presupuesto de 5,014.7 millones de córdobas para la Covid-19, pero que entre enero y septiembre solo se ejecutaron 1,029 millones, es decir, un 20.5 por ciento a un trimestre de concluir el año.

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“La pregunta inmediata es por qué no han ejecutado los fondos, pero también hay otras inquietantes interrogantes sobre los detalles del gasto de los fondos proveídos por la cooperación internacional a través de préstamos o donaciones, y la información también sobre los contratos y las empresas beneficiadas en torno a estos recursos, habiendo también otras áreas oscuras en torno a la verdadera propagación del virus en la población, datos manejados con absoluto hermetismo por el gobierno de Daniel Ortega”, señala la investigación.

La atención de la emergencia sanitaria descansó en el financiamiento del Banco Mundial (BM), el Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), mientras el Banco Centroamericano de Integración Económica (BCIE) apoyó con fondos para la vacunación, una de las materias en que el país se encuentra más rezagado en comparación con los otros países de la región. 

Según la investigación, aunque se enlistan los préstamos, el BCIE hizo cuatro créditos por el orden de 252.7 millones de córdobas, el FMI 2,642 millones de córdobas en un programa sanitario, el Banco Mundial 197 millones de córdobas, aunque los datos de cómo se gastaron estos fondos no están detallados.

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“Lo único comprobable es la ejecución que el Estado ha realizado en cada caso: del BCIE no gastan aún 228.3 millones de córdobas, del FMI solo han gastado 78.4 millones de córdobas, el BID en cambio se han invertido 74.2 millones de córdobas de 287.3 millones de córdobas”, señala la investigación.

Según el Observatorio, la subejecución del presupuesto evidencia una falta de eficiencia administrativa en las compras tardías para enfrentar la Covid-19.

¿Por qué no hablan los organismos internacionales?

Sin embargo, según los investigadores, los organismos financieros internacionales no han querido pronunciarse con relación a la subejecución de los recursos.

“Una de las preguntas primordiales es enterarnos sobre quiénes ganaron en medio de la trágica situación sanitaria. ¿Qué empresas resultaron beneficiadas con los contratos Covid? En el sitio Nicaragua Compra, en que el Estado publicó una lista sobre la pandemia, la información luce incompleta”, señala. 

No obstante, la investigación reitera que la información divulgada por la dictadura fue el resultado de presiones de los organismos internacionales para que se hiciera pública.

“En 2020, el ejecutivo cedió a supervisiones más estrictas del FMI y el BID para acceder a la entrega de un préstamo de 185.3 millones de dólares (noviembre) en el primer caso, mientras en el otro fue para obtener un monto de 43 millones de dólares(agosto)”, detalla.

La asistencia financiera del FMI y el BID fue manejada entonces por la Oficina de Naciones Unidas de Servicios para Proyectos (UNOPS). Se agregaron al Programa Mundial de Alimentos (PMA) como contraparte adicional en el primer préstamo y a la Organización Panamericana de la Salud (OPS) en el segundo, según la información publicada en los medios de comunicación.

Sin embargo, el régimen ha continuado con su mecánica de compartir información a medias.

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“En el informe de ejecución presupuestaria del Ministerio de Hacienda, en el rubro correspondiente a rentas con destino específico en el Ministerio de Salud, que engloban los pagos de los nicaragüenses al recibir un servicio del Estado, los ingresos suman 424, 672.02 córdobas entre enero y septiembre de 2021, es decir casi 12 mil dólares. El dato tampoco resulta creíble. Eso significaría que se han hecho 80 pruebas en lo que va del año; un promedio de once por mes”, añade.

Metodología tomó en cuenta datos oficiales

Los investigadores señalaron que para la realización de este trabajo, se construyó una base de datos desde cero donde se incluyeron los reportes semanales de contagios y muertes por la covid-19, que el Ministerio de Salud (Minsa) comparte a través de breves notas de prensa divulgadas en el medio oficialista, El 19 Digital.

“La estructuración de estos datos, que no existe en el sitio web del Minsa ni es compartida por el Gobierno de Nicaragua, permitió analizar el comportamiento de la pandemia en Nicaragua, estudiar las tendencias y comparar la estadística oficial con el monitoreo semanal del independiente Observatorio Ciudadano COVID-19, que también fue estructurado en forma de base de datos”, añade.

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