El Nuncio Apostólico, Waldemar Stanislaw Sommertag, reapareció el martes asegurando que la Santa Sede continúa “intercediendo” por la liberación de secuestrados políticos, sin obtener respuesta del gobierno.

En una breve entrevista a The Associated Press, AP, Sommertag respondió a un grupo de familiares de presos políticos, que el lunes 29 de noviembre lanzaron la campaña “Navidad sin presos políticos”.

“La Santa Sede y por supuesto esta Nunciatura Apostólica, desde el primer momento de mi misión en Nicaragua, estamos intercediendo en favor de los más vulnerables, entre ellos los detenidos de todas categorías, incluso los políticos”, dijo el Nuncio.

Aunque señaló que las gestiones se realizan sin esperar peticiones particulares, expresó que no ha recibido ninguna petición concreta de opositores o familiares de detenidos.

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“Varios familiares me contactan individualmente y me ponen al día sobre las condiciones de sus seres queridos”, dijo Sommertag.

Al ser consultado sobre las posibilidades de liberación de los secuestrados, el Nuncio fue muy cauteloso, según AP.

“Interceder pienso que es más que justo y necesario… pero al final, lo sabemos muy bien, las cosas dependen del gobierno. Las liberaciones serían un buen inicio. Interceder significa desear… en este caso la libertad de todos. Ponemos toda la esperanza en Dios”, afirmó.

¿Continúa la relación del nuncio con la dictadura?

Sommertag afirmó que las relaciones diplomáticas con la dictadura de Daniel Ortega “son buenas” y no le dio mucha importancia al reciente anuncio del régimen de retirarlo del cargo de “decano” del cuerpo diplomático en el país.

“La Santa Sede no puede estar molesta porque no es su derecho ocupar el puesto del decano del cuerpo diplomático y por supuesto no busca privilegios. Son los gobiernos (los) que ejercen su libre derecho de entregar el decanato del cuerpo diplomático o a un nuncio o al diplomático más antiguo, según el artículo 16 de la Convención de Viena”, respondió.

El dictador Daniel Ortega anuló por decreto la figura de Decano del Cuerpo Diplomático, que le correspondía al Nuncio Apostólico y delegó al Ministerio de Gobernación la función de otorgar visas diplomáticas, oficiales y de cortesía, según la publicación de La Gaceta, Diario Oficial, del 17 de noviembre de 2021.

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Figura de controversia

A raíz del fracaso del segundo diálogo nacional en 2019, el Nuncio Apostólico desapareció de la palestra pública.

En una entrevista a Café Con Voz, el exembajador de Nicaragua ante la Organización de Estados Americanos OEA, Edgar Parrales y secuestrado por la dictadura, expresó que su postura obedece a normas diplomáticas y que en su figura de representante del Estado Vaticano, no puede ponerse a favor ni del régimen ni de la propia Iglesia Católica.

Recientemente, el obispo de la diócesis de Jinotega, Carlos Herrera, fue nombrado como nuevo presidente de la Conferencia Episcopal de Nicaragua, relevando en el cargo al cardenal nicaragüense Leopoldo Brenes.

“El nuncio es un diplomático representante del Estado vaticano ante el Estado de Nicaragua y al mismo tiempo, es un representante del Papa en calidad de Jefe de Estado ante la jerarquía católica. Si hay un choque entre el gobierno y la Iglesia, el nuncio no tiene la capacidad para ponerse del lado de una de estas instancias”, añadió.

En una entrevista concedida al Diario La Prensa, Herrera aseguró que la Iglesia Católica se mostraría dispuesta a mediar un posible nuevo “diálogo nacional” que la dictadura de Daniel Ortega, ha anunciado para 2022.

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