Por Luis Galeano

Este 16 de mayo de 2020, se cumplió un año del asesinato a balazos del preso político Eddy Montes de 57 años, por guardias del sistema penitenciario y policías sandinistas que reprimían en la cárcel a los secuestrados políticos.

Nicaraguense de nacionalidad estadounidense, Montes estuvo secuestrado por la dictadura desde octubre de 2018 hasta su asesinato el 16 de mayo por impactos de fusil AK.

«Su muerte ocurrió en circunstancias poco claras. Es importante recordar que, como prisionero, el señor Montes estaba bajo la responsabilidad de las autoridades penitenciarias y que la Unión Europea, por ello, espera una investigación exhaustiva”, denunció entonces un portavoz de la Unión Europea, mientras Estados Unidos reclama una investigación que, hasta la fecha, nunca se dio.

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Una víctima entre miles

Eddy Antonio Montes Praslin era un preso político. Uno de los entre más de 700 que han sido apresados, torturados y acusados por la policía y los verdugos del sistema de injusticia de Nicaragua, según datos oficiales de organizaciones de derechos humanos nacionales e internacionales que han confirmado la violación masiva de derechos humanos en el país y la comisión de crímenes de lesa humanidad por la dictadura que encabeza Rosario Murillo y Daniel Ortega, los dictadores de Nicaragua.

A Montes lo asesinaron en medio de una protesta de los presos políticos, que exigían libertad. A los reos les dispararon balas letales, gases lacrimógenes y los atacaron a bastonazos, según confesaron muchos testigos y víctimas de aquella represión en cárcel, que salieron libres bajo presión internacional en junio de 2018, tras el asesinato de Montes.

Eddy Montes
Eddy Montes

Asesinaron al pastor

«Cuando la Cruz Roja llegó, los prisioneros ya estaban en el suelo y golpeados. Ayudaron a reescalar la situación, se encargaron de la atención médica a los heridos. Eddy Montes ya estaba muerto, no murió en el hospital como dice la información oficial”, afirma uno de aquellos testigos, hoy en el exilio por la persecución criminal del régimen en Nicaragua.

Montes era conocido en la prisión La Modelo como “el pastor”, porque celebraba cultos por la noche y evangelizaba a los reos.

Según la versión inventada por la dictadura, Montes Praslín recibió un disparo mientras forcejeaba con alguien no identificado, durante la protesta en la cárcel.

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Huía de las ráfagas

La versión de los reos indica que el convicto huía de las ráfagas de los guardias cuando recibió un proyectil en la espalda.

Montes Praslín fue secuestrado por la policía en octubre de 2018 y luego de estar desaparecido un mes, fue encontrado en la antigua Dirección de Auxilio Judicial (DAJ), mejor conocida como El Chipote, centro de torturas del régimen.

Posteriormente fue acusado junto a otros ciudadanos de haber saqueado la clínica de la Policía de Matagalpa, y robar e incendiar el plantel de la Alcaldía de esa misma ciudad.

Eddy Montes

Masacre en impunidad

La Fiscalía orteguista le imputó los delitos de terrorismo, robo agravado, entorpecimiento de servicios públicos e incendio, el Comité Proliberación de presos políticos.

Su juicio no había concluido y su nombre estaba en una lista de 232 personas que la dictadura de Ortega había prometido liberar desde marzo de 2019.

El crimen llevó a la administración de Estados Unidos a sancionar a la dictadura de Nicaragua. Su asesinato, un año después, sigue impune, al igual que la mayoría de los 328 asesinatos perpetrados por policías, militares y paramilitares contra la población civil desde abril de 2018.

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