Periodistas independientes sigue bajo asedio.

Por Luis Galeano

A dos años del inicio de la crisis de derechos humanos en Nicaragua en abril de 2018, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) denunció la consolidación de una quinta etapa de la represión estatal en el país.

Asimismo, la CIDH reiteró su compromiso permanente con las víctimas de violaciones a los derechos humanos y con la población nicaragüense.

A través del MESENI, la CIDH ha identificado nuevos patrones de violaciones a los derechos humanos consistentes en la intensificación de la vigilancia, hostigamiento y represión selectiva de líderes y lideresas sociales y políticos; defensoras y defensores de derechos humanos; periodistas y trabajadores de la prensa; así como contra cualquier persona identificada con la oposición; ataques sistemáticos contra comunidades y pueblos indígenas; así como denuncias de ejecuciones extrajudiciales de personas opositoras y campesinas.

Violaciones de DDHH a granel

En esta nueva etapa, la Comisión constata el mantenimiento de un estado de excepción de hecho, a través de un Estado policial que mantiene suspendidos o severamente limitados derechos fundamentales como la libertad de expresión y asociación, donde no se permite ninguna forma de disidencia, el derecho de reunión, a la defensa de derechos humanos, a la protesta social y a participar en la dirección de los asuntos públicos, consolidándose así el más intenso y sistemático ataque a las libertades públicas ocurrido en el país desde el inicio de la crisis.

Por otra parte, frente a los efectos del COVID-19, la Comisión reiteró su preocupación por la ausencia de medidas para contener la pandemia en el país, según las recomendaciones de los organismos internacionales especializados.

Grave deterioro de la democracia

Adicionalmente, en el contexto del grave deterioro de lasinstituciones democráticas, la CIDH expresó preocupación por la falta de medidas para proporcionar información pública, fidedigna, transparente y pormenorizada sobre aspectos esenciales en el manejo de la crisis, en particular para proteger los derechos de las personas privadas de la libertad.

La CIDH reiteró su llamado al Estado nicaragüense a cumplir con las recomendaciones formuladas en su Resolución 01/2020 Pandemia y derechos humanos en las Américas.

Represión sigue al rojo vivo en plena pandemia

Desde el inicio de las protestas sociales en abril de 2018, la dictadura de Daniel Ortega y su mujer Rosario Murillo, lanzaron una ofensiva criminal contra las protestas sociales y cometieron delitos de lesa humanidad al masacrar a 328 personas según datos de la CIDH.

Policías, ahora sancionados por los graves abusos que desde abril de 2018 vienen cometiendo sistemáticamente contra el pueblo civil, junto a paramilitares a sueldo de la dictadura, han asesinado, torturado, secuestrado, violado, desaparecido y perseguido a miles de nicaragüenses, al grado que según cifras de la CIDH, 103,000 nicaragüenses han ido del país.

La represión, ahora en plena crisis de pandemia, no ha cesado: la guardia del dictador sigue acosando, disparando, acusando y persiguiendo todo tipo de protesta social sin importar la causa o el origen, simplemente reprimen y tratan de ocultar los abusos.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *