El dictador nicaragüense, Daniel Ortega, ordenó suscribir un préstamo con el Banco Centroamericano de Integración Económica, BCIE – principal brazo financiero de la dictadura- por 200 millones de dólares para supuestamente evitar el alza de los precios de los combustibles en el país.

A través de un acuerdo presidencial, Ortega autorizó al viceministro del Ministerio de Hacienda y Crédito Público para que, actuando en nombre y representación del Gobierno de Nicaragua, suscriba con el BCIE el contrato de préstamo No. 2298 por un monto de 200 millones de dólares.

Los recursos serán utilizados para financiar la implementación del «Programa Temporal de Apoyo ante la Crisis de los Combustibles en Nicaragua», según el acuerdo presidencial publicado en el Diario Oficial La Gaceta.

Este sería el segundo préstamo por 200 millones de dólares que el BCIE otorgaría a Nicaragua destinado a evitar el alza en los precios de los combustibles, que se mantienen congelados desde hace 11 semanas en el país.

Nicaragua cuenta con un fondo de 200 millones de dólares, que ahora será de 400 millones, como parte de una línea de crédito de hasta 800 millones de dólares ofrecidos por el BCIE para financiar un programa regional de apoyo ante el alza global de precios de los combustibles.

Según la dictadura, que tiene el control de la distribución de hidrocarburos, al asumir el 100 % de las alzas en los precios de los combustibles y del gas licuado de cocina, el Estado de Nicaragua desembolsa entre cuatro y seis millones de dólares semanales.

Dictadura mantiene control sobre los combustibles

El dictador nicaragüense mantiene el control del negocio de los combustibles en Nicaragua, a través de testaferros, pese a la salida del país de Yadira Leets, excompañera de vida de Rafael Ortega y quien manejaba las finanzas de los negocios familiares.

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En 2020, luego de la sanción de Estados Unidos a DNP e Inversiones Zanzíbar, que manejaban el negocio de los combustibles, el dictador sandinista envió con “trámite de urgencia” al Parlamento, controlado por el partido en el poder, cuatro anteproyectos de ley para crear cuatro empresas estatales con las que actualmente operan en cuanto a la importación, almacenaje, distribución y comercialización de hidrocarburos que antes realizaba la sancionada Distribuidora Nicaragüense de Petróleo (DNP).

De esta forma, se aprobó la Ley creadora de la Empresa Nicaragüense del Gas (Enigas), Ley creadora de la Empresa Nicaragüense de planteles de almacenamiento y distribución de hidrocarburos (Eniplanh), la Ley Creadora de la empresa nacional de exploración y explotación de hidrocarburos (ENIH) y la cuarta es la Ley creadora de la empresa nicaragüense de importación, transporte y comercialización de hidrocarburos (Enicom).

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Política del ahorro de la dictadura no funciona

El pasado 19 de mayo, el tirano nicaragüense, Daniel Ortega, reconoció que el país debe enfrentar una política de ahorro, reajustando presupuestos para sumir alzas energéticas. En ese sentido, aseguró que «no habría excusas» para incrementar los precios, puesto que «El Estado asume el incremento de los combustibles»

“Lo primero que hemos hecho es garantizar que el combustible, el gas, la tarifa de energía, la de agua, que no se incrementen. Esto implica hacer una política de ahorro, reajustar presupuestos para garantizar que el motor de esta economía no se vea debilitado”, expresó, el hombre que junto a su familia se embolsó más de 5,000 millones de dólares de la cooperación venezolana, sin rendir cuentas a nadie.

“Ahora no hay pretexto para decir que todo es más caro. Nadie puede decir que todo es más caro porque subió el precio de la gasolina, porque no está subiendo. Hay quienes están apostando que no podamos sostener”, añadió

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