Nicaragua se convirtió hoy en el sexto país latinoamericano al que Rusia enviará la vacuna Sputnik V contra el COVID-19. La dictadura anunció a través del Ministerio de Salud, que aprobaron el uso de emergencia de la vacuna rusa.
En América Latina también ha sido aprobada su distribución en Argentina, Bolivia, Venezuela, Paraguay y México. Según la revista médica inglesa, The Lancet, la vacuna ofrece alrededor de 92% de protección contra el COVID-19. La vacuna se aplica en dos dosis con un intervalo de 21 días.
Recientemente se informó que más de medio millón de dosis de vacunas contra el COVID-19 de la farmacéutica inglesa AstraZeneca, recibirá el régimen de Daniel Ortega en “las próximas semanas”. Sin embargo, hasta ahora no se conoce ningún plan de cómo serán administradas las dosis a la población, qué grupos de riesgo serán los primeros atendidos o si serán vendidas.
Primeras vacunas contra COVID-19 en Nicaragua a mediados de febrero
Hasta el 30 de enero, el Observatorio Ciudadano registraba casi 3 mil muertos por la enfermedad y advirtió de los riesgos de propagación por el inicio de las clases presenciales en todo el país. Según sus datos, el número de casos sospechosos de COVID-19 superó los 12 mil desde que la pandemia llegó a Nicaragua, en marzo del año pasado.
Mientras tanto, la dictadura asegura que se han dado menos de doscientos decesos y solo cinco mil casos. Las autoridades también han informado que pronto recibirán la vacuna Bharat Biotech, de la India.
Por su parte, el Centro Nicaragüense de Derechos Humanos, Cenidh, demandó al régimen informar con transparencia sobre los planes que implementará para la aplicación de las vacunas contra el Covid-19. Por medio de su cuenta de Twitter, el Cenidh cuyo edificio confiscado desde finales de 2018, fue destruido en su interior hace pocos días por órdenes del régimen, dijo que la transparencia es vital para que más nicaragüenses tengan acceso a la vacuna.