El ex ministro de educación, investigador y ex diplomático nicaragüense, Carlos Tünnermann, falleció este miércoles 27 de marzo a sus 90 años de edad, informaron a Café con Voz allegados a la familia.

A lo largo de su vida, presenció y fue parte de varios momentos históricos que transformaron el país. El más reciente estuvo relacionado con el estallido social de las protestas de abril de 2018 y su rol fundacional dentro de la Alianza Cívica por la Justicia y la Democracia, uno de los grupos opositores surgidos en medio de la crisis. También formó parte de la Comisión de Buena Voluntad, conformada por nicaragüenses que intentaron unir a la oposición de cara a las elecciones de 2021, sin éxito alguno, debido a que los movimientos que adversan al régimen quedaron fragmentados tras la escalada represiva de dicho año y el proceso electoral sin competencia de Daniel Ortega.

Tünnermann vivió a lo largo de su vida en dos regímenes autoritarios que asesinaron estudiantes y pisotearon la autonomía universitaria, lucha por la que dedicó parte de su juventud.

Algunas reacciones de dolor  y pesar

“Con profundo pesar y consternación, nos unimos en solidaridad con la familia del doctor Tünnermann ante su partida”, escribió la Alianza Universitaria Nicaragüense en su cuenta de X. que a la vez expresó sus condolencias y apoyo a su familia, amigos y colega. “Que encuentren consuelo en el recuerdo de su vida ejemplar y en el legado que dejó en cada uno de nosotros. Su incansable labor en la lucha por la democracia perdurará como inspiración para los nicaragüenses”, añadió la organización juvenil.

La ex rectora de la Facultad de Derecho de la robada Universidad Centroamericana, UCA, Asunción Moreno, lamentó la muerte del académico cuya vida estuvo marcada por su contribución por una mejor educación para los nicaragüenses.

“Su partida deja un vacío irreparable en nuestra comunidad educativa; Nicaragua llora la pérdida de un hijo que la amó y la soñó en libre”, indicó Moreno en su red social.

“Yo lo recuerdo como un amigo y un colega con quien por muchos años. El doctor Tünnermann me ofreció consejos muy valiosos en diferentes espacios que compartimos”, indicó el excarcelado Félix Maradiaga.

Su vida

Asistió al Instituto Pedagógico La Salle de Managua y se graduó como doctor en Derecho en la Universidad Nacional de Nicaragua (actual Universidad Nacional Autónoma de Nicaragua, UNAN-León) en la ciudad de León en 1957 y fue colaborador del rector de dicha alma mater, Mariano Fiallos Gil, como Secretario general de la universidad, en cuya administración (1957-1964) el gobierno de Luis Somoza Debayle decretó la creación de la autonomía universitaria en 1958.

En el juicio a los acusados de participar en el atentado contra el presidente Anastasio Somoza García, ocurrido en León el 21 de septiembre de 1956, Tünnermann defendió a su compañero de clases Tomás Borge.

Posteriormente Tünnermann se casó con su prima Rosa Carlota Pereira en 1959. Cuando Fiallos Gil murió en 1964, Tünnermann fue elegido como su sucesor, ocupando el cargo de rector de la UNAN hasta 1974; durante su rectorado en 1967 la UNAN descubrió las ruinas de León Viejo, el primer asiento de León, abandonado en 1610, junto al lago Xolotlán y frente al volcán Momotombo.

Realizó estudios de posgrado sobre el tema del plan de estudios en el Instituto Internacional de Planeamiento de la Educación de la UNESCO en París, Francia. Ingresó en la guerrilla del Frente Sandinista de Liberación Nacional, gracias a su antiguo alumno de Derecho, Sergio Ramírez, y formó con 11 intelectuales y empresarios el Grupo de los Doce, entre los que estaba Ramírez.

El compromiso político del intelectual daría un vuelco al incorporarse al Grupo de los Doce, lo cual implicaba apoyar de alguna forma la lucha armada del FSLN contra la dictadura. En sus memorias asegura que su implicación en este movimiento significaba una “obligación ética”. 

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Tras el triunfo de la revolución, cuando los sandinistas llegaron al poder, Tünnermann se convirtió en ministro de Educación y una de las figuras más relevantes en una iniciativa popular que consistía en reducir los índices de alfabetización en Nicaragua: la Campaña Nacional de Alfabetización, reconocido por organismos internacionales como la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco).

Luego, entre 1984 y 1988 fungió como embajador de Nicaragua en los Estados Unidos. La tensión con el gobierno presidido por Ronald Reagan se acrecentaba. En el país se había formado la Contrarrevolución, financiada por Washington para quitar del poder a los sandinistas. En 1988, el académico fue expulsado del país, como acción de expulsión al embajador estadounidense Richard Huntington Melton. Finalmente, renunciaría a su militancia a inicios de los noventa, tras la elaboración de la Ley N° 89, Ley de Autonomía de las Instituciones de Educación Superior que el gobierno de Ortega se encargaría de violar tras su regreso al poder en 2007.

El mensaje hipócrita de los dictadores

Minutos más tarde, la dictadura sandinista emitió un comunicado en el que confirmó la muerte de Tünnermann y reconoció “su labor en la Cruzada Nacional de Alfabetización”, pese a que también arremetió en su contra a raíz de su participación en el Diálogo Nacional.

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“Reconocemos el aporte del doctor Carlos Tünnermann Bernheim, quien como ministro de educación dio especial contribución a la epopeya de la cruzada nacional de alfabetización. Esos aportes serán recordados con gratitud en la historia épica de la revolución, y particularmente en la extraordinaria narrativa de la magna gesta de nuestro pueblo, alfabetizando en todo el país”, señala un comunicado de la dictadura.

“Le tendremos en nuestras oraciones. Nobleza obliga a reconocer lo valioso. Nuestras condolencias a Rosa Carlota, su esposa, a sus hijos, nietos, amigos, y otros familiares. Descanse en paz el doctor Carlos Tünnermann Bernheim”, añadieron los dictadores que cerraron el perímetro del reparto El Carmen, donde vivía también el fallecido académico que era espiado y asediado por la guardia sandinista.

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