Por Luis Galeano
Una degradación más. Y a la vez, una amenaza de más sanciones internacionales en el corto plazo. Estados Unidos (EE.UU.)incluyó este jueves 25 de junio a Nicaragua en su «lista negra» de países que no hacen lo suficiente para combatir el tráfico de personas, una medida que puede llevar a la imposición de nuevas sanciones internacionales.
«EE.UU. no se mantendrá al margen mientras otros Gobiernos someten a sus ciudadanos a la trata de personas y los oprimen», manifestó el secretario de Estado de EE.UU., Mike Pompeo, en la presentación del informe anual sobre el tráfico de personas, relativo a 2019, donde incluyeron a Nicaragua junto a Afganistán, Argelia y Lesoto.
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Sanciones en corto plazo
La inclusión del país en la «lista negra» puede llevar a la imposición de sanciones como la congelación de la ayuda no humanitaria y no comercial para los países sancionados o la exclusión de préstamos de instituciones, como del Fondo Monetario Internacional (FMI), si así lo decide el presidente de EE.UU., Donald Trump.
En la «lista negra» aparecen 19 países, tres menos que el año pasado, y esta vez cambiaron algunos de sus integrantes con la entrada de Nicaragua, y la salida de otras siete naciones (Arabia Saudí, Mauritania, Gambia, Guinea Ecuatorial, la República Democrática del Congo, Bután y Bielorrusia).
Nicaragua había estado en un listado de observación durante tres años consecutivos y este año el Departamento de Estado decidió castigar al país y degradarlo por no «cumplir completamente los estándares mínimos para la eliminación del tráfico de personas y no estar haciendo esfuerzos significativos para ello».
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País bajo vigilancia
En la evaluación de los esfuerzos de cada país por combatir este tipo de crimen internacional, Estados Unidos establece cuatro niveles:
- Nivel 1: Cumplimiento alto de los estándares mínimos para la protección legal contra la trata de personas.
- Nivel 2: Países cuyos gobiernos no están cumpliendo con los estándares mínimos, pero están haciendo esfuerzos para alcanzarlos.
- Nivel 3: Bajo vigilancia.
- Nivel 4: Nulo cumplimiento.
- Nivel especial: Ingobernabilidad.
El resumen de Estados Unidos es que la dictadura no cumple completamente con los estándares mínimos para la eliminación de la Trata de Personas y no está haciendo esfuerzos significativos para hacerlo; por lo tanto, Nicaragua fue degradada al Nivel 3.
A pesar de la falta de esfuerzos significativos, el gobierno tomó algunas medidas para abordar la trata, incluida la identificación de un poco más de víctimas que en el período del informe anterior así como el enjuiciamiento de un traficante.
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Gobierno mediocre e insensible
Sin embargo, el régimen no condenó a ningún traficante, y los esfuerzos de identificación de víctimas continuaron siendo inadecuados.
La dictadura no informó de ninguna investigación, enjuiciamiento o condena de empleados del gobierno cómplices de delitos de trata, a pesar de la corrupción endémica y la complicidad generalizada entre funcionarios gubernamentales.
La administración no cooperó con las ONG en la Coalición Nacional Contra la Trata de Personas o la prestación de servicios a las víctimas. Los esfuerzos de enjuiciamiento, protección y prevención en las dos regiones autónomas caribeñas de Nicaragua continuaron siendo mucho más débiles que en el resto del país.
El gobierno disminuyó los esfuerzos de aplicación de la ley. La Ley contra la trata de personas de 2015 penalizó la trata sexual y la trata laboral con penas que van desde 10 a 15 años de prisión; estas sanciones fueron lo suficientemente estrictas y, con respecto al tráfico sexual, proporcionales a las sanciones prescritas para otros delitos graves, como la violación.