El Obispo Auxiliar de la Arquidiócesis de Managua, Monseñor Silvio Báez, llamó a los que aun luchan por la justicia “a no pasarse a la pandilla de los corruptos y violentos”; y a seguir adelante en su búsqueda, aunque parezca que los injustos son más fuertes.
En su homilía dominical, explicó el pasaje bíblico de las bienaventuranzas, tomado del Evangelio de Mateo y reflexionó sobre los que buscan la justicia.
Se refirió a los exiliados y a los presos injustamente y los invitó a no sentirse derrotados.
“Lo que Jesús quiere decir es que quienes por causa del bien y la verdad, son calumniados, son perseguidos, condenados, sufren la cárcel o se ha visto forzados al exilio, no se han equivocado. Jesús los invita a no sentirse derrotados, sino más bien dichosos por sus opciones y sus luchas, ya que los poderes del mundo persiguen y ultrajan a los testigos de la verdad y a los profetas de Dios”, dijo Báez.
El obispo carmelita señaló que tarde o temprano, la justicia llega “aunque por ahora no se vean resultados inmediatos. ¡No se desanimen!”
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Quienes están en el camino correcto
Báez expresó que, con las bienaventuranzas, “Jesús nos muestra el camino que colma todos los anhelos de felicidad del ser humano, el único modo de existir que nos colma de felicidad y de vida. Dichosos los que vivan de este modo, han elegido el camino correcto, no se han equivocado”.
El religioso señaló que “pobre de espíritu” no es solamente el pobre que no tiene, sino el que se reconoce pobre y desde la conciencia de su pobreza, pone su corazón en el Señor, confiando y esperando en él.
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“Por eso, los pobres de espíritu no viven ansiosos por el futuro. Se esfuerzan, luchan, trabajan, se organizan, pero siempre confiando en Dios y siendo dóciles y obedientes a sus caminos, que muchas veces no son los nuestros”, señaló.
Según el obispo, los pobres de espíritu no son autosuficientes ni arrogantes, tampoco son rígidos de mente, sino que escuchan con respeto lo que piensan los demás y están dispuestos a cambiar de opinión si es necesario.
“Les gusta compartir más que acumular, son solidarios y caritativos con quienes menos tienen y más necesitan. A los pobres de espíritu Jesús les dice: ¡Dichosos ustedes, no se han equivocado, han elegido el camino correcto! Están colaborando a que el mundo sea más justo y fraterno. ¡Serán felices, y harán felices a otros, sigan así!”, puntualizó.