La dictadura sandinista notificó que el Poder Judicial, a su servicio, admitió acusación presentada por la Fiscalía contra el Obispo de Matagalpa, Monseñor Rolando José Álvarez Lagos, por los supuestos delitos de conspiración para cometer menoscabo a la integridad nacional y propagación de noticias falsas a través de las tecnologías de la información y la comunicación en perjuicio del Estado y la sociedad nicaragüenses.
La dictadura le decretó arresto domiciliario, programó la audiencia inicial para el 10 de enero de 2023, que contará con la presencia de un abogado defensor de oficio, designado por la dictadura.
De igual forma la dictadura le nombró un “defensor público” para que lo represente, es decir, que han puesto a un empleado del régimen a defender a un obispo acusado por el régimen.
También acusan al padre Uriel Vallejos
A la vez, notificó que presentó acusación contra el sacerdote Uriel Vallejos, párroco de la Iglesia de Sébaco, a quien giró oficio ante la Interpol para su captura.
El poder judicial de la dictadura, también presentó imágenes de Álvarez, quien se muestra notablemente afectado físicamente.
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El pasado 4 de octubre, la dictadura sandinista anunció que acusaría de supuesta “conspiración para el menoscabo de la integridad nacional y propagación de noticias falsas en perjuicio del estado de Nicaragua”, a los sacerdotes, seminaristas y un camarógrafo que acompañaron al obispo de Matagalpa, Rolando Álvarez, cuando la Guardia Sandinista le impuso “curia por cárcel” en el edificio de esa diócesis.
El 22 de septiembre, se realizó la audiencia preliminar contra los acompañantes el Obispo de Matagalpa, Monseñor Rolando Álvarez, según reveló en su momento, el exfuncionario del Poder Judicial, Yader Morazán.
Ya habían advertido del deterioro físico de Álvarez
El pasado 23 de noviembre, el sacerdote exiliado Uriel Vallejos confirmó que el Obispo de Matagalpa, Monseñor Rolando Álvarez, no se encuentra secuestrado en casa de sus familiares y que su salud está quebrantada, lo cual ha encendido las alarmas en la feligresía católica nicaragüense.
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Vallejos aseguró en su cuenta de Twitter, que fuentes confiables le informaron que la condición de Álvarez y de los otros sacerdotes secuestrados no es la mejor.
“Monseñor Rolando y los sacerdotes encarcelados no pueden estar bien. Fuentes confiables confirman que uno de los sacerdotes está perdiendo la visión y los oídos. Los otros están sumamente delgados y enfermos. La alimentación es muy mala”, señaló.
“Mons. Rolando está enfermo. La atención médica la brinda el mismo sistema. Y su alimentación también”, añadió contradiciendo al cardenal Leopoldo Brenes, quien dijo a una agencia de noticias internacionales que el obispo Álvarez estaba “bien de salud”.
Vallejos también confirmó que Álvarez no se encuentra en casa de sus familiares, como lo aseguró la Policía Sandinista.