Sin una orden judicial, la Guardia Sandinista allanó las 38 sucursales de la Casa de Empeños Prisa, afectando a alrededor de 22 mil clientes, 150 empleados y generando perdidas valoradas en 4.6 millones de dólares, según denunció a Café con Voz, su propietario Mario Hurtado.
El empresario aseguró que se desconoce el paradero de algunos colaboradores de la empresa.
“Cientos de policías se tomaron las 38 sucursales de mi empresa. Llegaron sin orden judicial, simplemente por la vía de la fuerza, tienen detenidos a muchos empleados, al gerente general. Están retenidos en el mismo lugar, a otros se los llevaron en patrullas sin saber dónde”, señaló en una entrevista a Café con Voz.
La Policía Sandinista sustrajo equipos y electrodomésticos que eran prendas de los clientes para acceder a créditos.
“Se la tomaron sin decir si quiera por qué. Simplemente llegaron por la fuerza. Yo no he lavado ni un peso, estamos al día con los impuestos, así que no tenemos ni idea”, añadió.
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«No me vinculo en política»
Hurtado, un ex militante sandinista que luchó contra la dictadura de Anastasio Somoza, asegura que no conoce los motivos del régimen para “robarle” su empresa y que él tiene muchos años de no estar involucrado en temas políticos. Hurtado es considerado como traidor del Frente Sandinista por haberse retirado de la organización y criticarla abiertamente, hasta 2013, cuando decidió retirarse de la política luego de estar en prisión.
“Tengo años de no escribir un solo chat contra el gobierno, no he financiado ninguna actividad contra el gobierno ni nada. Ni siquiera limosna a la Iglesia Católica he dado para que no digan que estoy financiando”, dijo Hurtado.
El empresario aseguró que en 2011, fue advertido por el exmagistrado Rafael Solís, de que no volviera a participar en temas políticos.
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“Me dijo Rafael Solís, que si seguía en política la próxima vez me iban a agarrar, me iban a poner un kilo de coca y que no iba a salir de la cárcel en 12 años”, señaló.
Hurtado estuvo en prisión seis meses, mientras la Dictadura lo señaló de ofrecer intereses y servicios financieros que no estaban autorizados.
“Caí preso porque a una persona que no me pagó, me entregaron la casa en juicio en tercera instancia y esa persona era familiar de un orteguista. Me denunciaron por ese caso y después de muchos años me echaron preso por ese caso”, aseguró.
Empezar de nuevo a los 69 años
“Hay inversionistas, por ejemplo, un norteamericano que me ha prestado la mayor cantidad de dinero y se les pagan sus intereses. Mi casa y mi quinta que también son una pérdida de dos millones de dólares, ganados honradamente porque no fui piñatero”, añadió.
Hurtado aseguró que la confiscación de la dictadura lo obligó a solicitar empleo en otras entidades financieras en México, país del cual cuenta con nacionalidad.
“A mis 69 años, ya mandé una solicitud de trabajo a una casa de empeño en México. Es que tampoco me voy a poner a llorar, tengo un hogar que mantener y hay que seguir adelante a trabajar duro, pero si voy a luchar por mis derechos, porque no se vale que gente envidiosa destruya un país tan lindo como Nicaragua”, señaló.