Como una “huida” calificó el exembajador de Nicaragua ante la Organización de Estados Americanos, OEA, Arturo McFields, el retiro de la dictadura del organismo y la toma de sus instalaciones en el país centroamericano.
En una entrevista a Café con Voz, McFields consideró que la acción es una “derrota moral” de la dictadura sandinista.
“Considero que cuando alguien huye de la OEA y no es capaz de dar la pelea, es una derrota. Al huir demuestran que no tienen los argumentos y significa que la autoridad moral de los presos políticos es gigantesca”, dijo McFields.
El exembajador nicaragüense aseguró que Nicaragua deberá seguir cumpliendo con los compromisos adquiridos ante el sistema interamericano, incluyendo el pago de la membresía a la OEA, que ronda los 22 mil dólares.
Al respecto, McFields destacó que la dictadura violó el artículo 143 de la Carta de la OEA, que establece que deben cumplir con todas sus obligaciones antes de irse. Esta salida ilegal demuestra que están en derrota legal.
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Violación al derecho internacional
Por otro lado, McFields destacó que la acción de la dictadura es una violación al derecho internacional, al aplicar la misma fórmula que implementó con la confiscación de la sede de la embajada de Taiwán en Nicaragua.
“Nicaragua firmó hace muchos años como Estado, un compromiso para respetar las sedes de la OEA, incluyendo edificios y documentos. Están mal acostumbrados a confiscar, invadir y meter preso a todo el mundo”, dijo.
Representantes de la dictadura en la OEA se enteraron por las noticias
McFields destacó que los funcionarios de la dictadura ante la OEA no tenían conocimiento previo de la decisión del régimen anunciada por el Canciller Denis Moncada Colindres el pasado domingo.
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“Hay una cabeza que actúa de forma cerebral y otra más visceral. No todo lo hacen planeado. La parte cerebral es que podría ser una respuesta a la expulsión de la Federación Rusa de la ONU. Hay un servilismo muy profundo a Rusia y esto pudo haber sido para cerrar filas”, dijo McFields.
El exembajador señala que su otra teoría es que después de un mes, el nuevo embajador de la dictadura en la OEA, Orlando Tardencilla no pudo hacer nada, viendo a Nicaragua como un Paria. Cuando estuve ahí, fue muy difícil, ahora imagínate ahora. Tardencilla ni pudo debutar en el Consejo Permanente”, expresó.
“El embajador de Nicaragua en la OEA estaba en Chile cuando le cayó la noticia. Por eso no le daría tanto crédito de inteligencia, sino que son reacciones de patadas de ahogado”, afirmó.