La Santa Sede confirmó este sábado, la expulsión de facto del Nuncio Apostólico Waldemar Stanislaw Sommertag el pasado 6 de marzo, misma que calificó de “grave e injustificada” y aseguró que reciben la decisión con sorpresa y dolor.
“Tal disposición resulta incomprensible ya que, durante su misión, S.E. Mons. Sommertag ha trabajado incansablemente por el bien de la Iglesia y del pueblo nicaragüense, especialmente por los más vulnerables, buscando siempre favorecer las buenas relaciones entre la Sede Apostólica y las Autoridades de Nicaragua”, señala un comunicado de la Santa Sede.
El documento destaca que Sommertag participó como testigo y acompañante en la mesa de Diálogo Nacional entre la dictadura y la oposición y que gestionaba la liberación de presos políticos.
“Merece particular mención su participación como testigo y acompañante de la Mesa de Diálogo Nacional entre el Gobierno y la Oposición política, en vista de la reconciliación nacional y de la liberación de los presos políticos”, señala.
No obstante, el comunicado no detalla si se nombrará otro nuncio apostólico y más bien asegura que “reafirma” su plena confianza en el representante pontificio.
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“Convencida de que esta grave e injustificada decisión unilateral no refleja los sentimientos del pueblo de Nicaragua, profundamente cristiano, la Santa Sede desea reafirmar su plena confianza en el Representante Pontificio”, concluye el comunicado de la Santa Sede.
El pasado lunes 7 de marzo, la Nunciatura Apostólica en Nicaragua informó que su representante en Managua, el polaco Sommertag, se «ausentó del país», y que el secretario, monseñor Marcel Mbaye Diouf, quedaba al frente, sin aclarar las razones.
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Sommertag llegó a Managua en 2018, poco después del estallido social de abril.
El presidente de la Conferencia Episcopal de Nicaragua, el obispo Carlos Herrera, dijo al Canal 10 que el papa Francisco había retirado al nuncio porque «no se han dado buenas relaciones» con el Gobierno.
«No se han dado buenas relaciones, entonces el papa ha decidido que Sommertag renuncie a esa función. Había ciertas limitaciones, entonces si no hay comunicación de qué sirve estar en esa función de diplomático», afirmó el obispo.