El rótulo afuera del portón metálico solo dice “se vende” y abajo aparece un número telefónico. Al otro lado de la línea un señor responde el teléfono apurado: “Buenas tardes ¿Está interesado en la casa? Podemos negociarla”.
El precio de venta es más bajo del promedio de una vivienda de segunda, en un residencial de clase media baja en las afueras de Managua y tras unos minutos detallando las condiciones de la vivienda el señor-vendedor se confiesa: “en realidad la doy a ese precio porque nos vamos a ir del país”.
Así, con esa frase, se acabaron cinco años de sueños y esfuerzos de esta familia por tener una casa propia en la capital.
Miles venden “por motivo de viaje”
Al igual que en el caso anterior, verificado por Café con Voz en una zona residencial de la zona sur de Managua, miles de anuncios más de gente vendiendo sus bienes y propiedades han empezado a llenar las páginas de anuncios clasificados de las redes sociales desde mediados de 2021.
Un ejemplo de este fenómeno se puede observar en el Marketplace de Facebook, donde a diario se ofrecen cientos de vehículos, propiedades y otros bienes familiares por razones de viaje.
En algunos anuncios no se explica la razón, pero otros son específicos con un cartel que deduce la venta “por motivos de viaje”.
Café con Voz consultó a dos vendedores de bienes raíces de Managua con experiencia en ventas: cinco años ella y doce años él.
Urgencia por vender y salir
Ella, profesional egresada de márquetin de la Universidad American College, también vende vehículos y otros bienes como tecnologías y electromésticos.
A falta de empleo formal, se ha dedicado a ello desde 2017 y por esa experiencia acumulada asegura que actualmente el país vive “un fenómeno donde la gente está vendiendo sus cositas de valor para capitalizarse y costear viajes”.
“Yo gano comisiones por ventas y tengo varios clientes que están bajando los precios de sus bienes para obtener el dinero más rápido y salir lo más pronto del país”, dijo Leticia a este medio.
“Hay gente que tiene viviendas prendadas con el banco y como no pueden pagar todo de una vez, están vendiendo bajo la figura de venta de cesión de derechos”, dice y enseguida explica de qué se trata.
“En la cesión de derechos el dueño de la propiedad, que ya lleva algunos años pagando al banco el crédito hipotecario o el crédito del vehículo, ofrece la propiedad o el bien a un precio estimado del valor de lo que ha pagado y el cliente asume la deuda con el banco y realiza la compra mediante escritura pública y promesa de venta ante un notario”, explica.
“Mucha gente que había agarrado casa con los beneficios del INSS, por ejemplo: en las residenciales de carácter social, y quizás lleva seis o siete años pagando, saca un promedio de cuánto ha pagado e invertido en una casa y entonces piden un porcentaje de esa inversión y así se capitalizan y salen de la deuda”, explica Leticia.
Carros y casas en ventas
Según ella, cientos de familias de Managua han recurrido a esa figura para salir de deudas y costear los viajes de sus hijos o parientes, aunque también conoce casos donde toda la familia se ha ido después de vender sus cosas.
“Una familia del Doral vendió la casa amueblada, su vehículo y un terreno a un precio increíblemente bajo. Solo un perrito no se pudieron llevar y me lo regalaron. Me pagaron la comisión y se fueron para Costa Rica hace seis meses”, cuenta.
Con respecto a los carros, dice ella que ocurre lo mismo: “ahorita los revendedores de carros están haciendo su agosto, porque mucha gente vende sus vehículos a como puede y más bajo del valor de mercado y ahí es cuando los revendedores le sacan el jugo a su negocio”.
“Mucha gente está vendiendo sus carros porque el precio de los combustibles y el mantenimiento de un vehículo es muy caro, así que mejor lo venden, ahorran y así ajustan para salir del país en familia o se van por partes: primero el papa, luego el hijo mayor y después la mamá y los hijos más pequeños”, dice.
Desde ganado hasta mansiones
De igual modo otro vendedor de bienes raíces, con 12 años de experiencia y socio de una firma internacional de ventas, consultado por Café con Voz, confirma el fenómeno: “Desde ganado y fincas hasta mansiones se están vendiendo a precios de guate mojado”.
Según Mauricio, nombre ficticio del agente de bienes raíces, el fenómeno se viene experimentando con mayor flujo desde finales del 2020 y en todo 2021 “fue un boom”.
Aunque evita tratar de explicar las razones del “boom, para evitar polémicas”, Mauricio resumen las causas: “motivos de viaje”.
“Hay una diferencia entre la gente que vende por negocios y el que vende por necesidad. El que tiene una propiedad en venta sabe esperar al buen comprador y no hace grandes concesiones en los precios, porque reconoce el valor de su bien y no está dispuesto a perder la inversión ni reducir la ganancia”, dice.
Solo quieren el dinero para irse
“En cambio el vendedor por necesidad, el que necesita el dinero urgente para responder a una emergencia, es más flexible y pragmático y puede decir ‘ahorita lo importante es salir del clavo y luego resuelvo’ y es más fácil negociar con él”, explica.
Y sobre su experiencia en el último año, el agente de bienes raíces concluye que en efecto, muchas de las propiedades que ahorita se venden a bajo precio es por razón de viaje y prudencia económica.
“Para nadie es un secreto que hay mucha incertidumbre económica y que a la vez, mucha gente está saliendo del país. Entonces la gente que tiene una deuda con un banco por una casa, quizás a 20 años, y tal vez apenas llevan 5, 6 o 7 años de pago, prefieren salir de esa deuda porque no saben si mañana van a tener trabajo para asumir la deuda, ya que los bancos no perdonan nada”, dice.
Y por otro lado, comenta, muchas de esas ventas realmente son por motivos de viaje: “la gente vende rápido, obtiene lo que puede lo más rápido posible y le paga a sus hijos los viajes al extranjero”.
Ventas a precios de guate mojado
Mauricio dijo que tuvo clientes, ahora migrantes, que han ofrecido las viviendas hasta por un 35 por ciento menos del valor real de mercado y en algunos casos, por menos.
“En este momento, aunque se oiga contraproducente, es un buen tiempo para comprar viviendas y propiedades, porque hay mucha oferta y buenos precios, sin embargo, por la inseguridad del país por la incertidumbre, mucha gente con dinero tampoco quiere arriesgarse a invertir sus ahorros en comprar una propiedad porque no saben qué va pasar en el futuro en el país”, explica el vendedor de bienes raíces.
Mauricio dice que desde finales de 2021, su firma de bienes raíces ha vendido desde terrenos urbanos y casas de más de 10,000 dólares, hasta fincas ganaderas de más de 300,000 dólares.
“Solo ganado no hemos vendido porque no es nuestro rubro, pero hay clientes que han vendido todo su hato para capitalizar y sacar a sus hijos del país”, cuenta.
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Migrantes y exiliados: lo que más produce el sandinismo
Según diversos informes de migraciones, entre 2018 y 2021 al menos 200,000 nicaragüenses se han ido del país, principalmente a Costa Rica, Estados Unidos y España.
Solo en Estados Unidos, en los últimos tres meses, unos 24,000 nicaragüenses han solicitado refugio y al menos 70,000 fueron detenidos en el borde fronterizo con México.
A la vez, cientos de nicaragüenses han sido secuestrados por las redes del crimen organizado o rescatados por las autoridades en condiciones de viajes peligrosas o arriesgadas en México y Guatemala.
La primera etapa de migración masiva de nicaragüenses ocurrió a finales de 1979 y en los años 80, con el ascenso violento del Frente Sandinista al poder en Nicaragua y la guerra civil que duró hasta 1990.
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Nefasta herencia del sandinismo
Se estima que más de 500,000 nicaragüenses huyeron del país en los primeros diez años de dictadura sandinista.
La segunda etapa del régimen sandinista ha propiciado la salida de más de 200.000 nicaragüenses desde 2018, tras el estallido social que dejó 355 muertes producto de la represión del régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo, con más de 2.000 heridos y cientos de detenidos.
En la actualidad quedan en las mazmorras del régimen 170 presos de conciencia y la crisis del país se ha agravado con el establecimiento de un régimen de leyes represivas, fraudes electorales, corrupción estatal y aumento de la pobreza, persecución policial, confiscaciones de propiedades privadas, cierre de universidades y más calamidades engendradas por la dictadura Ortega-Murillo.