El exguerrillero Moisés Hassan, dijo a Café con Voz que la agresividad del dictador nicaragüense en el acto de conmemoración del triunfo de la Revolución Popular Sandinista, demuestra que el régimen está solo y que prepara las condiciones para garantizar su “aterrizaje suave”, que no amenace sus millones de dólares, el patrimonio de su familia ni una amnistía para todos los violadores de derechos humanos.
La reciente comparecencia donde el dictador Ortega se mostró vociferante, arremetiendo en contra de los Estados Unidos y la oposición de Nicaragua, son señales claras de la debilidad del régimen sandinista, que busca crear las condiciones para llegar a un acuerdo y tener su “aterrizaje suave”, que le permita seguir viviendo de la política una vez que deje el poder, así como la protección de su dinero y el de su familia, sumado a una Ley de Amnistía que le beneficie para evitar ser juzgado por la comunidad nacional e internacional.
Ese fue el análisis del exgerrillero sandinista, Moisés Hassan, quien formó parte de la Junta de Gobierno de Reconstrucción Nacional, con Daniel Ortega, tras la caída de la dictadura solicita en 1979. Este político resaltó que el nuevo dictador de Latinoamérica está solo a nivel internacional y nacional, lo que según él, hace entrar en desesperación al sandinismo.
“Ortega está buscando como preparar condiciones para unos arreglos que le permitan una salida en la que conserva, sino todo el poder, conserve algo de esos privilegios, por eso pone las cosas para negociar desde posiciones de fuerza, veo a Ortega buscando llegar algún arreglo que le permita un aterrizaje suave, busca una negociación, quiere hacer que sus seguidores sientan que están fuertes, que no van a retroceder, que es el poder o la muerte, pero lo que busca es un aterrizaje suave, trata de que la gente opositora se atemorice y fortalecer a los suyos”, dijo Hassan.
A pesar del estado de sitio y terror que Ortega ha impuesto desde julio de 2018, cuando ejecutó la sangrienta represión por medio del plan limpieza de los tranques y barricadas, la ciudadania sigue resistiendo de manera pacifica y eso incomoda al dictador, dijo Hassan.
“Ortega no va a lograr reducir a la población a un estado de pánico, por las medidas represivas que ha puesto en practica, se ha dado cuenta que la población está (luchando) cívicamente, creo que va a llegar el momento en que va a entrar más de lleno a buscar como negociar su aterrizaje suave”, dijo.
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Señales de querer negociar
Recientemente la Corte Suprema de Justicia ordenó al dictador Daniel Ortega y al Presidente del parlamento sandinista, Gustavo Porras, presentar informes sobre la aplicación de las Leyes de ciberdelitos, Ley de Agentes Extranjeros y Ley de Defensa de los Derechos del Pueblo a la Independencia, Soberanía, conocida como Ley de traición a la patria, porque según el Poder Judicial, todas esas normativas se aprobaron violando otros artículos de la Constitución política de Nicaragua.
De acuerdo con el exguerrillero, el Poder Judicial y los demás Poderes son controlados por Ortega y nada se hace si no es con su consentimiento, por lo que cree que es él mismo quien ordenó la posible derogación de esas leyes, para dar una señal de querer negociar en busca de una “salida digna”.
“El hecho de que la Corte Suprema de Justicia haya aceptado los recursos por inconstitucionalidad, tiene algún significado, posiblemente están dando una señal de que están en disposición de entrar a una negociación, cree que esas leyes ya jugaron un papel y ahora busca desacerase de ellas y quiere quedar bien”, resaltó.
Por medio de esas leyes, el regimen ha secuestrado a más de 26 líderes políticos, entre ellos seis precandidatos presidenciales, a quienes ha inhibido de participar en las elecciones generar es de noviembre de este año por mantenerlos bajo investigación por los supuestos delitos de traición a la patria y lavado de dinero; por lo que Hassan señala que el objetivo ya fue cumplido.
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Humberto y Daniel Ortega dos hermanos con los mismos intereses
Durante la entrevista, Hassan también analizó los mensajes emitidos por Humberto Ortega, hermano del dictador y quien fue jefe del Ejército sandinista. De acuerdo con el excombatiente, ambos hermanos no se toleran, pero los intereses los mantienen unidos.
Humberto recientemente propuso a la oposición permitir que Ortega cohabite en Nicaragua por medio de la aprobación de una Ley de Amnistía o Indulto, un acuerdo para la convivencia respetuosa para todos, de esa manera convivir, cohabitar, coexistir sin presos políticos, mensaje que busca traer impunidad a Nicaragua tras el asesinato de más de 325 personas en las protestas de 2018, reprimidas por el sandinismo.
Para Hassan, el mensaje de cohabitación, es para beneficiar los intereses de los Ortega Saavedra, sobre todo, el control de las Fuerzas Armadas y las empresas que se han creado con la cooperación venezolana que se tradujo en 3,500 millones de dólares que el dictador terminó convirtiendo en deuda pública, a pesar de que la ciudadanía tuvo poco acceso a ella.
“Hay intereses entre los dos hermanos Ortega Saavedra, Humberto tiene menos que ceder en esta cohabitación, Daniel tiene más que ceder y a la hora de discutir, tiene posiciones más suaves para Daniel y si éste es expulsado por la fuerza, ellos tendrían que pasar por la justicia, todo lo que tienen, sus millones, tendrían que darle todos esos millones y retribuirlo al Estado”, dijo.
En cuanto a la aceptación del régimen en la población, Hassan considera que no alcanzan ni el 15 %, pues su misma militancia está sufriendo los efectos de la crisis generada desde 2018 y que Ortega se niega a restablecer.
“En simpatía, si el FSLN llega al 10 o 15 % de aceptación, sería considerable o amplísimo, quiere revivir ese sentimiento que tenia en la población de apoyo, respeto y cariño, el lucha por tratar de revivir ese sentimiento de la gente… Ortega siente que su posición para negociar se está debilitando y está siendo más estrechado, aislado y repudiado por la población, para demostrar fortaleza, tiene que levantar la bata, la población lo repudia, Somoza fue repudiado, pero el repudio de Ortega es más grande, hasta los izquierdistas lo repudian, en el Parlamento Europeo aprueban resoluciones en contra de Ortega, los socialistas, los de izquierda”, manifestó.
Ortega analiza seguir o dejar el poder
Aunque para otros analistas y políticos las actuales condiciones creadas por Ortega, le propician una continuidad en el poder por cinco años más, para Hassan , el dictador nicaragüense estaría analizando las dos opciones, dejar el Estado o perpetuarse en el.
“Ortega va a controlar de punta a punta todo el proceso electoral, el resultado va a ser lo que decida Ortega… Creo que todavía están haciendo análisis sobre qué resultados les conviene más, están analizando dos posibles resultados, uno de ganar las elecciones, controlar todos los Poderes, pero esa alternativa tiene una cantidad de sanciones y presiones internacionales, por la presión internacional, hasta su propia gente le va a dar la espalda, el resultado de robarse las elecciones sería caro para el, esa opción la tiene que analizar”.
En caso de entregar el poder y democratizar a Nicaragua, Ortega estaría dispuesto a repetir lo que sucedió en los años 90, que no dejó gobernar a la oposición y se valió de negociaciones para mantener cuotas de poder en algunas instituciones.
“Ortega quiere difundir miedo, eso es parte del juego de él para después negociar su aterrizaje suave, muy probablemente reproducir alguna variante de los 90, dejando consecuencias como las que sucedieron en esa época, como la Ley de Amnistía, la piñata (repartición de las confiscaciones), va a repetir alguna variante como esa”, resaltó.
Este excombatiente sandinista actualmente se encuentra el Estados Unidos y no descartó regresar a Nicaragua, pero teme que le culpen de algún delito como a pasado con sus amigos y excompañeros de lucha Dora María Téllez, Victor Hugo Tinoco y Hugo Torres, tres exguerrilleros sandinistas que lideraron también el derrocamiento de Somoza y que ahora son reos políticos de Ortega.
A ellos se les acusa de traición a la patria por supuestamente pedir y aplaudir sanciones, así como promover el terrorismo en Nicaragua durante las protestas sociales de abril de 2018.