En una sesión humillante para la dictadura sandinista, la Asamblea Nacional, dominada por la familia dictatorial Ortega-Murillo, aprobó la derogación del proyecto de canal interoceánico.
Los diputados al servicio de Daniel Ortega y Rosario Murillo, derogaron y modificaron la Ley número 840, conocida como “Ley especial para el desarrollo de infraestructura y transporte nicaragüense atingente a El Canal, zonas de libre comercio e infraestructuras asociadas”.
Con 91 votos a favor y ninguno en contra, los diputados de la familia dictatorial también avalaron una reforma a la Ley 800, “Ley del Régimen Jurídico del Canal Interoceánico de Nicaragua y de creación de la autoridad del gran canal interoceánico”.
Wang Jing en EEUU los hizo correr
La aprobación se da apenas unos días después que La Prensa revelara que el empresario chino Wang Jing, quien según la propaganda sandinista desarrollaría a Nicaragua, se encuentra asilado en Estados Unidos.
A toda velocidad y sin contratiempos, los diputados de la familia anularon además el “Acuerdo Marco de Concesión e implementación con relación al canal de Nicaragua y proyectos de desarrollo”.
El empresario chino Wang Jing, propietario de la empresa HK Nicaragua Canal Development Investment Co. Limited (HKND), había obtenido la concesión para la construcción del canal interoceánico y firmado el acuerdo con el mismísimo dictador Ortega.
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Ni empresarios ni canal
Pero su proyecto enfrentó críticas por su falta de transparencia y cuestionamientos sobre su viabilidad financiera, ambiental y estructural. Ahora se sospecha que está en Estados Unidos.
“Lo que vemos con la derogación es la eliminación de los artículos 10 y 13 que establecían la autoridad del gran canal interoceánico”, dijo Amaru Ruiz, ambientalista de la Fundación del Río, en declaraciones a medios locales.
“La reforma la transforma en una dirección del canal, cambia toda la estructura de funcionamiento, donde se incluía al sector privado y solo lo mantiene en manos del régimen», afirmó.
Solo las fotos quedan de Wang Jing y Daniel Ortega
La decisión legislativa, según Ruiz, cierra prácticamente el capítulo de la concesión otorgada al empresario Wang Jing, quien junto a una manada de funcionarios, empresarios y fanáticos sandinistas, salía en fotos con Ortega y la familia de El Carmen.
La cancelación de la concesión pone fin a un proyecto que ha generado amplio rechazo en Nicaragua y en la región centroamericana sobre su viabilidad y efectos ambientales, económicos y sociales.
El cacareado progreso que vendían los sandinistas como panacea para volverse ricos, se ha ido por el caño de aguas residuales.