Panamá acusó a la dictadura sandinista de violar los convenios diplomáticos al permitir que el expresidente panameño Ricardo Martinelli emita opiniones políticas desde la embajada de Nicaragua, donde se encuentra asilado y le exigió impedir tales acciones, elevando el nivel de tensiones entre ambos países.

El Ministerio de Relaciones Exteriores de la República de Panamá mediante Comunicado oficial reiteró la solicitud formulada a la Jefa de la Misión Diplomática de la dictadura en Panamá, Embajadora Consuelo Sandoval Meza, respecto a la obligatoriedad de que se preservaran las funciones que está llamada a cumplir dicha Embajada de conformidad con lo señalado en el Artículo 3 de la Convención de Viena sobre Relaciones Diplomáticas de 1961.

“El Ministerio de Relaciones Exteriores de la República de Panamá rechaza la actitud permisiva de la Jefa de Misión, ante las reiteradas declaraciones y otras acciones que de forma pública realiza su huésped, señor Ricardo Alberto Martinelli Berrocal, desde la Embajada en la República de Panamá. Ello, pese a que otras normas internacionales, invocadas por la Cancillería nicaragüense, prohíben este actuar de forma expresa”, señala el comunicado.

En el comunicado, el Ministerio de Relaciones Exteriores de Panamá recordó a la dictadura que su Misión Diplomática tiene la ineludible responsabilidad de «no permitir la práctica de actos contrarios a la tranquilidad pública»

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La embajada de Nicaragua en Panamá suspendió sus servicios consulares luego de haber otorgado asilo al ex mandatario panameño, Ricardo Martinelli, elevando las tensiones entre ambos países.

A la sede diplomática nicaragüense, desde que el expresidente Ricardo Martinelli se asiló en estas instalaciones, entran y salen familiares, abogados, amigos; hasta trabajadores para hacer una serie de remodelaciones, pero, los propios nicaragüenses que necesitan hacer trámites tienen que retirarse con las manos vacías y la incertidumbre de qué pasará con su estatus legal en Panamá.

El pasado 22 de febrero, Panamá giró orden da captura contra Martinelli. La decisión, que fue tomada por la jueza Baloísa Marquínez, analizó «la gravedad del delito imputado, el riesgo de fuga evidenciado por la conducta del sentenciado, la necesidad de garantizar la efectividad del proceso judicial y el incumplimiento de la medida cautelar de reporte», dijo en un comunicado el Órgano Judicial (OJ) de Panamá.

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