monseñor Silvio Báez
Monseñor Silvio Báez lleva cinco años en el exilio.

El Obispo Auxiliar de la Arquidiócesis de Managua, Monseñor Silvio Báez, en su homilía de Epifanía, aseguró que el encarcelamiento de sacerdotes demuestra la debilidad y miedo de la dictadura sandinista.

“Los secuestros y encarcelamiento arbitrario de tantos hermanos nuestros, entre ellos dos queridos obispos y varios sacerdotes, muestra no solo el afán de instaurar un poder dinástico injusto y violento, sino también el miedo y la debilidad de un sistema anacrónico e inhumano ante la fuerza de la verdad y del amor. Por eso odian a la Iglesia. Pero, no lo dudemos. Todos los tiranos pasan y un día ya no están, quedando olvidados y condenados por Dios y por la historia”, dijo Báez en su homilía desde California.

El jerarca aseguró que “en nuestra historia como pueblo hemos vivido épocas oscuras en las que se llegaron a cometer terribles errores”.

“Sin embargo, a pesar de todos los fracasos y frustraciones, siempre es posible volver a empezar y seguir caminando. El Señor hará brillar siempre en nuestra historia nuevas estrellas que vuelvan a encenderse y nos inviten a seguir adelante. Solo hay que levantar el corazón hacia Dios con confianza y humildad”, añadió.

Leer además: ¿Cuál es el futuro de las sanciones a Nicaragua ante arrestos de religiosos?

Aseguró que, al igual que la llegada de los reyes magos, los cambios sociales son todavía más lentos y complejos cuando, como en el caso de Nicaragua, hay que superar tantos vicios sociales y políticos que han dominado nuestra historia.

“Tales como el sometimiento de la ley a las arbitrariedades de los poderosos o la indiferencia de gran parte de la ciudadanía frente a la realidad social y política. Y si constatamos que las cosas no cambian con la rapidez que quisiéramos, hay que tener paciencia histórica, no hay que desesperar”, refirió.

Instó a que tampoco hay que bajar el ritmo del camino o la intensidad de la lucha.

“Hay que perseverar anticipándonos a vivir desde ahora el ideal de sociedad que un día queremos conseguir”, dijo.

“Debemos esforzarnos desde ahora por liberar nuestros corazones de ambiciones mezquinas, renunciando a la indiferencia ante los problemas sociales, creciendo en la conciencia de nuestros derechos y deberes ciudadanos, dejando a un lado el arribismo, el culto mesiánico a los líderes y la corrupción”, añadió.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *