El Obispo Auxiliar de la Arquidiócesis de Managua, Monseñor Silvio Báez, en su homilía de Epifanía, aseguró que el encarcelamiento de sacerdotes demuestra la debilidad y miedo de la dictadura sandinista.

“Los secuestros y encarcelamiento arbitrario de tantos hermanos nuestros, entre ellos dos queridos obispos y varios sacerdotes, muestra no solo el afán de instaurar un poder dinástico injusto y violento, sino también el miedo y la debilidad de un sistema anacrónico e inhumano ante la fuerza de la verdad y del amor. Por eso odian a la Iglesia. Pero, no lo dudemos. Todos los tiranos pasan y un día ya no están, quedando olvidados y condenados por Dios y por la historia”, dijo Báez en su homilía desde California.

El jerarca aseguró que “en nuestra historia como pueblo hemos vivido épocas oscuras en las que se llegaron a cometer terribles errores”.

“Sin embargo, a pesar de todos los fracasos y frustraciones, siempre es posible volver a empezar y seguir caminando. El Señor hará brillar siempre en nuestra historia nuevas estrellas que vuelvan a encenderse y nos inviten a seguir adelante. Solo hay que levantar el corazón hacia Dios con confianza y humildad”, añadió.

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Aseguró que, al igual que la llegada de los reyes magos, los cambios sociales son todavía más lentos y complejos cuando, como en el caso de Nicaragua, hay que superar tantos vicios sociales y políticos que han dominado nuestra historia.

“Tales como el sometimiento de la ley a las arbitrariedades de los poderosos o la indiferencia de gran parte de la ciudadanía frente a la realidad social y política. Y si constatamos que las cosas no cambian con la rapidez que quisiéramos, hay que tener paciencia histórica, no hay que desesperar”, refirió.

Instó a que tampoco hay que bajar el ritmo del camino o la intensidad de la lucha.

“Hay que perseverar anticipándonos a vivir desde ahora el ideal de sociedad que un día queremos conseguir”, dijo.

“Debemos esforzarnos desde ahora por liberar nuestros corazones de ambiciones mezquinas, renunciando a la indiferencia ante los problemas sociales, creciendo en la conciencia de nuestros derechos y deberes ciudadanos, dejando a un lado el arribismo, el culto mesiánico a los líderes y la corrupción”, añadió.

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