La crisis que se vive en la Corte Suprema de Justicia al servicio de la dictadura, es la más severa que ha generado la pareja Ortega-Murillo, en una entidad pública, a criterio del ex diputado y analista, Enrique Sáenz.

La Corte está descabezada institucionalmente y administrativamente, intervenida políticamente por Rosario Murillo y Néstor Moncada Lau, asesor de seguridad, a través de órdenes ejecutadas por el comisionado Horacio Rocha. Todo obedece a órdenes de la vocera del régimen.

Sáenz, esta es la crisis más profunda de la dictadura sandinista. “Esta es la crisis más profunda de la dictadura en estos 16 años. Una sacudida de esta magnitud en un poder del Estado es la primera vez”, aseguró.

“Podemos estar frente a un punto de quiebre en una profundización de la crisis de la dictadura. Hay una constante y es que para salir de una dictadura tiene que haber una fisura con el bloque de poder”, añadió.

Movidas deben ser aprovechadas por los opositores

A criterio de Sáenz, estos movimientos deben ser aprovechados por las organizaciones opositoras para socavar aun más a la dictadura.

“Uno de los planteamientos es identificar los pilares de sustentación y socavarlos. Acá estamos frente a la fisura y no sabemos si es frente a un espacio y si luego va a ser el Ejército o la Policía”, indicó.

“Esto nos conviene y que se repita en otros poderes. Lo que nos corresponde es seguir socavando esos pilares que sostienen al régimen, como los flujos de cooperación financiera, la institucionalidad pública, en los sectores empresariales que todavía apoyan a la dictadura”, añadió.

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El viernes continuó la “cacería de brujas” en la Corte Suprema de Justicia al servicio del régimen, al permanecer tomada por la Policía Sandinista y retener a varios de sus funcionarios, luego de la salida abrupta de la magistrada Alba Luz Ramos.

Según Yader Morazán, exfuncionario judicial, este viernes fue un día de zozobra en el interior del Poder Judicial, en lo que cataloga como “un golpe de estado”.

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“Vivieron uno de los días más largos de sus vidas, esperando en zozobra que de pronto la guardia que tiene tomada las sedes administrativas de pronto abriera las puertas de sus oficinas y dijera: “contra la pared, entregue su celular y computadora y después los mismos guardias notificarán el despido, tal como lo hicieron con el ing. Héctor Ibarra y demás”, dijo Morazán.

Asimismo aseguró qué hay despidos en todos los niveles y en diferentes sedes administrativas.

“Se dice que los corridos se van sin el pago de noviembre, sin el “aguinaldo” y sin liquidación (indemnización y prestaciones sociales)”, aseguró.

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