El gobierno colombiano otorgó la nacionalidad al opositor Douglas Castro y le extendió su pasaporte este 22 de septiembre. Castro no está en la lista de los 316 nicaragüenses desnacionalizados y desterrados pero la dictadura, a través de las autoridades migratorias de Nicaragua le niega la renovación de su pasaporte, dejándolo como “apátrida de facto”.
Castro es integrante de la organización Alianza Universitaria Nicaraguense (AUN), es sociólogo y excatedrático de la Universidad Centroamericana (UCA)
Castro expresó a Café con Voz que obtener la nacionalidad colombiana es “un alivio”.
“A nivel práctico, pues tener una identidad, lo que me permite tener derechos y garantías. Poder estudiar, trabajar y viajar, que es lo que más me interesa y necesito. A nivel emocional también significa mucho porque estar en condición de apatridia es una situación demasiado precaria. Ahora podré estabilizarme”, afirmó.
Castro había hecho público anteriormente que existía una demora en la respuesta a su solicitud de refugio. Sin embargo, expresó a Café con Voz que esto puede deberse a la gran presión de solicitantes de Venezuela.
A pesar de estar casado con una colombiana, se le había hecho difícil obtener la nacionalidad.
“La primera parte cuando solicite refugio. La segunda cuando solicité la nacionalidad acogiéndome a la promesa que hizo el gobierno de Colombia de brindarle protección internacional a los que somos perseguidos por el régimen de Ortega. En general, el principal reto es operativizar administrativamente la voluntad política de ayudar como paso siguiente a la condena que anteriormente habían hecho”, afirmó.
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Finalmente aseguró que la disposición de Colombia de otorgarle la nacionalidad es un mensaje a la dictadura sandinista.
“El mensaje es potente a mi parecer porque no se está cumpliendo lo que la dictadura quería, que era dejarnos en la indefensión más absoluta. Así que la dictadura, además de condenas, también está viendo que el mundo está acogiendo a los que somos perseguidos y reprimidos por su régimen despótico”, refirió.
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La decisión de otorgar la nacionalidad se da en medio de roces entre el régimen sandinista y la administración de Gustavo Petro. En días recientes, el mandatario colombiano llamó “Pinochet” a Ortega al denunciar el robo de la vivienda de la escritora Gioconda Belli, quien también forma parte de los 94 despatriados en febrero que se sumaron a los 222 excarcelados políticos y a los que además, se les despojó de su nacionalidad.